Hasta
el momento hemos estado hablando de los protagonistas, la tela de
araña que comenzó a tejerse con Felipe de Francia y sus secuaces
aliados, y todo ello para poder entender su empeño en acabar con la
Orden del Temple, sin embargo, tal odio no era albergado en los
distintos territorios, aunque no debemos desechar el hecho de que
tales monarcas y nobles, aprovecharan el momento para aumentar su
patrimonio, eso sí ayudando a aquellos templarios que se dejaron
ayudar a seguir vivos.
Me
centraré más en lo que ocurrió en la Península Ibérica, sin
desechar otros lugares.
- Inglaterra:
El rey Eduardo II se
convierte en un gran defensor de los templarios, llegando a mandar
una carta a los distintos monarcas cristianos:
“Como
el gran maestre y sus caballeros, fieles a la fe católica, gozan de
toda consideración ante Nos (…) no podemos sumarnos a las
acusaciones presentadas”.
Cuando
se ve obligado por bula a apresarlos, toma la decisión de
capturarlos, es decir, los confina en sus encomiendas y su maestre
provincial es recluido en Canterbury, siendo atendido cómodamente y
acompañado de sus ayudantes habituales.
Más tarde, cuando el papa
le presiona, se ve obligado a arrestar algunos de los templarios
convocados por inquisidores franceses mandados hasta Inglaterra;
seguirían los métodos tal humanos que utilizaban para conseguir
confesiones.
Al final el rey los
abandonaría a su suerte.
- Alemania:
Son
convocados en Francfort donde se presentan con armaduras y lanzas de
combate, ante la vista no se les insistió y marcharon.
Sin
embargo, en 1308 el Obispo de Magdeburgo los hizo detener.
Gran
parte de los caballeros, ingresarían en la Orden de Caballeros
Teutónicos.
- Chipre:
Amalarico
los haría prisioneros en sus castillos hasta que el Mariscal Aymé
de Oselier entregara las armas y los castillos.
- Portugal:
El
rey Dionis I para evitar conflictos con el papado lo primero que hizo
fue confiscar los bienes y propiedades del Temple quedando todo bajo
el control de la corona hasta el momento en que se dictara sentencia.
Como
es de imaginar, las noticias que les llegara sobre lo que estaba
ocurriendo en Francia haría que tomara la decisión de crear una
nueva Orden llamada “Orden de los Caballeros de Cristo”,
a los que les traspasaría todo lo confiscado al Temple, realmente lo
que hizo fue cambiar el nombre a una Orden ya existente, de echo,
mantuvieron la cruz templaría.
Los caballeros templarios
pasaron a formar parte de esta nueva orden, así como todos aquellos
caballeros que huyendo del papa viajaron a tierras portuguesas.
- Escocia:
Según
la tradición, el Maestre de Anverge junto a 2 comendadores y 5
caballeros disfrazados de albañiles se refugiaron en la isla, y
mantendrían al Temple a través de la masonería.
Y siguiendo las
tradiciones, se cuenta que en la Batalla de Bannockburn en 1314,
caballeros templarios ayudaron y combatieron en la misma, en la que
Escocia ganó luchando contra el rey Eduardo por la independencia de
Escocia.
- Península Ibérica:
Concilio Provincial
de Tarragona: 4 septiembre 1310
El Concilio sería
requerido por los Arzobispos de Valencia y Zaragoza para poder
estudiar y seguir formalmente las acusaciones a los templarios, ya
que Jaime II habría apresado a los templarios sin mandamiento
pontificio.
Guillén de Rocaberti,
Arzobispo de Tarragona acordaría que mientras se esperaba el
dictamen final del papa, se hiciera entrega de un sueldo acorde a sus
cargos, a todos los prisioneros templarios para mejorar sus
condiciones, de igual manera tales sueldos debían salir de los
bienes templarios.
El 4 de noviembre de
1312 serían declarados no culpables los templarios de
Aragón, Cataluña, Castilla, Mallorca y Valencia.
Los hermanos serían
puestos en libertad y podrían seguir viviendo en sus conventos,
percibirían una renta que saldría de las encomiendas y que les
sería entregadas por los hospitalarios.
Durante el tiempo que
estuvieron en prisión, existen cartas que demuestran que en algunos
reinos fueron torturados y tratadas sus heridas:
“puesto que en el
proceso efectuado por el arzobispo de Tarragona y obispo de Valencia
no ha quedado el tribunal eclesiástico convencido de sus crímenes,
os aconsejo que procedáis a torturarlos...”. Carta de Felipe a
Jaime II. 18 marzo 1311. La verdadera historia de la Orden del Templo
de Jerusalén. Antonio Galera.
“proporcionad
medicinas y ungüentos a los templarios que lo necesiten, ya fuese
por enfermedad o por haber sufrido tortura”. Documento 3
diciembre 1311.
Jaime II:
Aunque en un principio los
defiende, accedería a la tortura y no dudaría en crear una nueva
orden para hacerse con los bienes y propiedades del Temple en
territorios de Aragón llamada
“Orden de Montesa”, todo ello para evitar que cayera en manos de los hospitalarios, aunque esta idea no le salió tan bien como a Dionis en Portugal.
“Orden de Montesa”, todo ello para evitar que cayera en manos de los hospitalarios, aunque esta idea no le salió tan bien como a Dionis en Portugal.
El Maestre Provincial Ximén
de Lenda acordaría durante el Capítulo celebrado en Miravet la
resistencia en los castillos, así como la creación de una comisión
para mantener conversaciones con el rey.
Tal acción propició la
toma de decisión por parte del rey de sitiar las fortalezas que se
resistieran e incautar los bienes del Temple, al igual que hacer
prisioneros a todos aquellos templarios que se encontraban fuera de
las fortalezas.
Durante el apresamiento de
los templarios, la mayoría se entregaría voluntariamente, sin
violencia; siendo los primeros los templarios que se encontraban en
el Convento de Valencia donde se hospedaba el Maestre Provincial,
seguidamente le sucedería...:
- Convento de Burriana: 5 diciembre 1307
- Castillo de Chivert: 7 diciembre 1307.
- Fortaleza de Peñíscola: 12 diciembre 1307.
- Castillo de Ares
- Tenencia de Las Cuevas.
Sin embargo no todos
accedieron tan pacíficamente al arresto, las fortalezas de Aragón:
Monzón, Chalamera, Cantavieja, Castellote, Villel, Libros; así como
en Cataluña las de Miravet y Ascó, intentaron
aguantar esperando un milagro que no llegaba.
A todos los castillos les
llegó una carta escrita por el rey Jaime II en la que les comunicaba
la entrega de cada castillo pacifica y voluntariamente, al igual que
todos los bienes existentes, tras la respuesta negativa de sus
moradores, se procedería al cercado del castillo prohibiendo la
entrada y salida tanto de personas como de víveres.
- Castillo de Libros: Capitularía en junio 1308.
- Castillo de Cantavieja: Lo haría en agosto de mismo año; en esta ocasión se perdonaría a aquellos que les ayudaron e incluso se pagó las soldadas por los servicios prestados.
- Castillo de Villel: Se produjo un fuerte ataque con máquinas que junto con la amenaza de ahorcar a todo aquel que ayudara a los templarios, llevaría a realizar distintas negociaciones entre templarios y el rey; la rendición se llevaría a cabo en octubre de 1308, y al igual que ocurriera con Cantavieja, se pagaría las soldadas correspondientes.
- Castillo de Castellote: Rendidos la mayoría de los baluartes templarios, las fuerzas se centrarían en este castillo; la ofensiva fue tan dura, que forzaría la rendición el 2 de noviembre.
- Castillo de Monzón: En fecha de febrero de 1309 todavía resistía, aunque se encontraba medio derruido, terminaría cediendo el 24 de marzo.
- Castillo de Chalamera: Caería después de Monzón.
- Castillo de Miravet y Ascó: Tras la negativa a la entrega, el reyamenazaría a los hombres de armas que se encontraban dentro del castillo con la confiscación de bienes y se procedería contra su persona, ante tal acción, los templarios negociaron la salida de todos sirvientes, esclavos y hombres de armas.
Ramón de Saguardia
(lugarteniente de Miravet): “propuso la rendición de las
fortalezas si el rey accedía a enviar al papa un mensajero con otro
de los templarios sitiados que pudiera defender ante el pontífice la
inocencia de los inculpados”. Los templarios en los
Reinos de España. Gonzalo Martínez Diez.
Si la sentencia les
condenaban, la acatarían sin resistencia, si no se aceptaba sus
condiciones “preferían morir como mártires que vivir en la
deshonra”.
Durante 6 meses
aguantarían el asedio, además de la deserción de frey Jaime
(Comendador de Gebut) quien huiría durante la noche llevándose
consigo documentos, armas y dinero; tras su huida, marcharía a ver
al propio rey quien le entregaría en recompensa por su traición
grilletes, cadenas y un alojamiento en el Castillo de Tortosa.
Después de 11 meses se
encontraban con pocos víveres y agua potable, cansados y muchos
enfermos, mientras el rey preparaba su última mecha, conseguiría
reunirse con el Comendador de Zaragoza y Comendador de Grañena.
Se redactaron una serie de
condiciones tanto por un lado como por el otro:
1.- Perdón general para
vasallos, escuderos y todo aquel que los había ayudado.
2.- Igualmente y respeto
para Bord de Saguardia y su familia.
3.- Compromiso del rey a
pedir al papa trato benigno y misericordioso para los templarios.
4.- Asignación de una paga
según su rango y conservación del escudero por el Comendador.
5.- Mientras llegaba el
juicio, pudieran elegir la residencia fuera de las ciudades.
6.- Recibir alimentos y
vestidos de sus parientes y amigos.
7.- Salir con sus armaduras
y arneses, siendo custodiados en la residencia elegida.
8.- El rey se comprometería
a enviar un embajador al papa para solicitar la agilización del
proceso.
El 12 de diciembre
de 1308 se rendirían los Castillo de Miravet y Ascó.
- Beneficiarios de los Bienes del Temple.
De lo primero que debemos
acordarnos es de la Bula “Ad providam Christi”
fechada el 2 de mayo de 1312 en la cual el papa: Ordena
que los bienes del Temple pasen a la Orden de los Hospitalarios para
la defensa en Tierra Santa.
Supuestamente este debía
ser el principal beneficiario, pero como suele ocurrir cuando hay
tanto en juego y no existe un control directo , a continuación
contaremos que ocurrió, al menos con parte de este gran tesoro
templario.
Tras el Concilio de Vienne,
el papa adoptaría medidas para reducir los abusos y privilegios, y
controlar los ingresos de la orden; sin embargo, tras la muerte de
Clemente, su sucesor Juan XXII (1316 – 1334)
favorecería a los hospitalarios en todo lo que pudo.
A medida que los
Visitadores generales se trasladaban para reclamar y hacerse cargo de
los bienes templarios esparcidos por todo Occidente, se encontraron
con que la mayoría o gran parte de tales bienes habían sido ya
vendidos o arrendados por distintos príncipes o monarcas del lugar
en cuestión, a raíz de ello calcularon que los gastos y tiempo que
les costaría meterse en pleitos y arengas, sería mayor que lo que
conseguirían.
Felipe “ el
hermoso”- Francia:
Acepta en un principio la
adjudicación de los bienes templarios a la Orden de los
Hospitalarios siempre y cuando “dicha orden de los hospitalarios
sea corregida y reformada en su dirección y miembros por la sede
apostólica”. Caballeros de Cristo. Alain Demurger.
He dicho acepta en un
principio, porque se apresuró a vender todo lo que pudo, para más
tarde exigir a los hospitalarios aproximadamente 200.000 libras
tornesas por gastos de administración de cada caso de desembargo,
además de 60.000 libras por gastos durante el encarcelamiento y
custodia de los templarios.
Sus hijos impusieron nuevas
exigencias financieras, teniendo que ser aceptadas por los
hospitalarios, como 50.000 libras para terminar con la devolución de
bienes.
En 1317 la Orden de los
Hospitalarios propuso al nuevo monarca, Felipe V: “renunciaría
el Hospital a todos los bienes del Temple que habían sido
adjudicados a la Corona después de 1307, cancelaría igualmente
todas las deudas de la familia real para con el Temple, desistiría
de cualquier indemnización por todos los bienes de cualquier clase
sustraídos y enajenados de las encomiendas, y perdonaría dos
tercios de los atrasos que se debían por las haciendas”. Los
templarios en los Reinos de España. Gonzalo Martínez.
Tales traspasos se harían
poco a poco de manera mas o menos correcta e inmediata, todo ello
debido a la amenaza del papa de sancionar a todo aquel que abusara y
aprovechara el retraso en la entrega de bienes y propiedades.
Alemania.
Aunque poseían pocas
propiedades, estas fueron entregadas y repartidas a los familiares de
los templarios.
Península Ibérica.
Reinando Fernando IV
en Castilla, tomó la decisión de no intervenir ni en
la orden de apresamiento ni en la de tortura de los templarios,
simplemente se limitó a custodiar los bienes templarios, y mas tarde
lo haría con las propiedades.
Sin esperar la sentencia
del papa, actuó como si todo le perteneciera, vendiendo y donando a
su antojo; entre ello tenemos:
- En 1309 las villas y castillos de Capilla, Garlitos y Almorchón (Extremadura) serían entregadas a la Orden de Alcántara por un módico precio que ascendía a 130.000 maravedíes.
- En 1308 el Concejo de Sevilla mantenía antiguos litigios con la orden sobre las posesiones de la villa y castillo en Fregenal de la Sierra, conseguiría hacerse con todo ello utilizando sus milicias, sin embargo, el propio Fernando les ofrecería una permuta en la que les entregaba el señorío de Huelva y sus términos a cambio de Fregenal. Una vez en manos del monarca, simplemente lo donó en septiembre 1309 a un caballero llamado Gonzalo Sánchez de Troncones. Tras la muerte del caballero sería devuelta de manos del rey al Concejo de Servilla en 1312.
- En julio 1312 concedería a la Orden de Santiago la llamada renta de La Luctuosa (era la obligación que los vasallos del rey de Castilla mantenían con la Orden del Temple de entregar un caballo cuando le llegara la hora de la muerte o en su defecto 600 maravedíes).
La desobediencia hacia la
bula papal de entregar todos los bienes y posesiones a la Orden de los Hospitalarios llevada a cabo por Fernando IV durante su reinado
al igual que harían sus sucesores tras su muerte, llevó al nuevo
papa Juan XXII a decretar la Bula “Inter cetera mundi”,
en la que promulga la obligación del rey de Castilla y León así
como de sus sucesores de entregar las posesiones del Temple a los
hospitalarios.
Según documentación
existente, nada del Temple pasó a los hospitalarios en tierras de
Castilla, y a pesar de los intentos realizados por los distintos
papas durante el tiempo que duró tal negación, unos 70 años, no se
consiguió nada: es mas, aunque el papa Juan XXII comunicó a la
Orden de Santiago la entrega de La Luctuosa y posesiones que habían
pertenecido al Temple a los hospitalarios, tal entrega nunca se
llevaría a cabo.
Con Enrique II (1369-1379),
los bienes del Temple habían sido liquidados.
Jaime II de
Aragón como hemos mencionado anteriormente, crearía la
Orden de Montesa para absorber los bienes y propiedades del Temple en
tierras de Valencia y Aragón, aunque consiguió el beneplácito del
nuevo papa Juan XXII, no le salió tan bien como esperaba, ya que el
papa impuso unas condiciones para la creación y entrega de tales
bienes a la nueva orden, de ello hablamos más detenidamente en la
entrada Orden de Montesa.
- Destino Final de los Templarios.
Aquí simplemente hacer un
resumen del posible destino que escogió cada uno de ellos:
- Vivirían con las rentas que le fueron entregadas por parte de los hospitalarios.
- Ingresarían en otras ordenes religiosas - militares ya existentes.
- La creación de la Orden de Cristo en Portugal invitaría simplemente a cambiar de nombre y habito, aunque eso sí manteniendo la cruz templaría.
- Optarían por ser simples párrocos en algunas de sus antiguas iglesias.
- Otros vivirían en santidad como ermitaños.
- Los que no pertenecían al rango de freire-caballero, volverían a sus casas con sus familias.
- Según la tradición o leyenda, aquellos que marcharon hacia Escocia mantendrían al Temple a través de la masonería.
Es importante acordarnos,
que el verdadero caballero templario, hacia los tres votos: pobreza,
humildad y castidad durante toda su vida, además de defensa de la fe
cristiana y de los cristianos, de manera que tenía como obligación
seguir tales votos aunque fuera dentro de otra orden religiosa –
militar.
- Caballeros de Cristo. Alain Demurguer.
- Los Misterios Templarios. Louis Charpentier.
- Codex Templi. Templespaña.
- La otra Historia de los Templarios. Michel Lamy.
- El Libro Negro de los Templarios. Laurent de Vargas.
- El Legado Templario. Juan G. Atienza.
- Los griales, vírgenes negras.... Juan Eslava Galán.
- Los Templarios en los Reinos de España. Gonzalo Martínez Diez.
- Revista Muy Historia. Nº 61 marzo 2015
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