Bienvenidos
iniciados,siguiendo con el tema de los templarios en España,
retomaremos los Reinos de Aragón y Navarra.....,
Reino
de Aragón y Navarra:
Anteriormente
hablamos de la ruptura del Reino de Alfonso I, dividiéndose en
Aragón con su hermano Ramiro II “el monje” como soberano, y
García Ramirez V por parte de Navarra; de ello hemos hablado
ampliamente en la 1ª parte terminando con la muerte de Ramón
Berenguer IV, seguiremos con su sucesor....
Alfonso
II “el casto” (1157 – 1196):
Durante estos años, el
Temple conseguiría Chivert y Oropesa (1168-69) así como Castellote,
Escorihuela, Villarubio, uniéndosele fortalezas que llegaban casi a
Valencia; aunque no podemos olvidar que estas donaciones,formaban
parte de lo establecido por rechazar el Testamento de Alfonso I.
En 1172
muere el Conde Gerardo II de Rosellón, y es a partir de lo que
acontece alrededor de su Testamento, lo que cambia la actitud del rey
Alfonso II, sobre aquellos que lo asesoran.
En dicho Testamento es
declarado heredero el rey de Aragón, incluyendo los derechos sobre
los Condados de Perelada y Ampuries, cuando llega para reclamar su
herencia, encuentra que el Temple es poseedora de:
- Todos los derechos del territorio sobre pesas y medidas.
- Todos los hornos de la capital.
- Todos los molinos que la rodeaban.
- Los Hospitalarios recibirían el hospital de leprosos de Perpiñán
Todo da que pensar que una
mano templaria estuvo presente a la hora de escribir el Testamento
no?.
Alfonso
II. Museo de Zaragoza
Sería desde este momento
cuando Alfonso II comienza a actuar sin tener en cuenta a sus
asesores, incluso castigaría, en alguna medida a la Orden del
Temple; decimos castigaría porque por aquel entonces, comienzan a
hacer su aparición distintas ordenes militares en la Península,
como la de Montegaudio, Alfambra o Monfragüe, quien se beneficiaría
de este castigo, ya que recibirían distintas donaciones que en un
primer momento eran del Temple, como el Castillo de Alfambra, o
aquellas prometidas cuando fueran conquistadas.
Al contrario que pasara con
su padre Ramón Berenguer IV, no sería tan benevolente y
condescendiente con el Temple, puede entenderse que en el momento que
fue consciente o adquirió la madurez suficiente para gobernar su
reino, se percató del poder que sus asesores habían estado tomando,
e incluso que la propia Orden del Temple estaba edificando un reino
dentro de su reino.
Una de las medidas que tomó
fue la mencionada anteriormente, entregar donaciones que
“supuestamente” eran para el Temple a otras ordenes como la de
Calatrava, o a su favorita la de Monfragüe, sin embargo, algo que no
podría prever fue que en un futuro muchas de estas ordenes creadas
en la Península, serían absorbidas por el Temple, y con ellas sus
bienes y propiedades.
Aun así, le convenía
mantener a los templarios a su lado, y en compensación utilizaría
promesas de futuras conquistas, e incluso la asignación de la mitad
de las rentas del rey en Tortosa, Ribarroja y Ascó.
Se conoce la donación a la
Orden del Temple de un privilegio notarial mediante el cual se le
concedía 1.000 maravedíes anuales por parte de un tal rey Lobo; el
hostigamiento de la milicia templaria fue tal contra este rey, que él
mismo pediría la paz a Alfonso II, de donde nacería el privilegio
de este pago como agradecimiento.
Les concedería permiso
para construir una cadena de molinos desde el puente de Fraga hasta
el término de Massacolreig. (Archivo Histórico Nacional 1181).
Sobre 1196 se
produciría la unión entre la Orden de Monfragüe y del Temple, sin
embargo, sólo se llevaría a cabo en Aragón, ya que el Maestre de
Castilla y León se negaría a hacerla efectiva.
Pedro
II “el católico” (1178 – 1213):
Heredaría
de su padre el temor a la expansión tan rápida del Temple en su
reino; como estrategia usaría la donación de nuevos territorios a
la Orden, a cambio les recompensaría con rentas y señoríos, además
de hacerle promesas en futuras conquistas, como es el caso de la
Torre y *alquería de Ruzafa, Arrabal de Valencia y Castillo de Culla.
Durante su reinado, el
Temple sólo recibiría el señorío de Ascó y ciertas rentas como
compensación por la conquista del Rincón de Ademuz en 1210,
además de la devolución del señorío de Tortosa.
Jaime I “el conquistador” (1208 – 1276): El Rey Templario.
Su
madre María de Montpellier establece en su Testamento
fechado en 1209,
que en caso del fallecimiento de sus progenitores, sea custodiado y
protegido por la Orden del Temple.
Y
así sucedería, tras morir ambos en 1213,
María en Roma, y Pedro II en la Batalla de Muret; Jaime sería
custodiado y educado por el Maestre templario aragonés Guillen de
Montrodom hasta que tuviera la edad suficiente para gobernar.
A lo largo de su vida
siempre tuvo fielmente a su lado al Temple, sentía hacia ellos una
gran gratitud por la protección y educación recibida de sus
miembros, el los llamaba cariñosamente “intrépidos
templarios”.
Aunque sus antecesores
mantuvieron el privilegio de entregar al Temple la 5ª parte de las
ganancias conquistadas, tal privilegio sería modificado por el
propio Jaime I, estipuló que a partir de las conquistas realizadas
mientras el reinara, la repartición se haría proporcionalmente al
nº de contingente militar; este cambio venía provocado por el
futuro proyecto de conquistar Mallorca y Valencia de manos infieles.
Sobre la Conquista de
Mallorca haré una entrada más completa, centrándonos en esta
ocasión en el patrimonio y reparto tras su conquista.
En 1229
conquistada Mallorca, el Temple recibiría unas 525´5 caballerías
de tierra, 12 alquerías, 365 casas y un año más tarde se le hace
entrega de un castillo para ser utilizado como residencia de la
Orden.
La fortaleza de la Gomera
pasaría en 1232 a manos del Temple, convirtiéndose en
archivo y alcázar de los reyes mallorquines.
Durante el sitio a Burriana
en 1233, al Temple le correspondería las alquerías de
Benhamet y de Mantilla., 6 torres de la muralla.
En
relación a la conquista de Valencia en 1238,
sería apoyada por el propio papa Gregorio IX, el cual concedería la
remisión de los pecados a todos los combatientes; como no era de
esperar, la milicia templaria apoyaría fielmente a Jaime I, quien en
esta ocasión les recompensaría con la “Torre Grande”, varias
casas próximas y 20 *yugadas de tierra cultivable.
Sería con Jaime I cuando
recibieron la mitad de los astilleros de Denia, durante el sitio a
Játiva en 1244, recobrando el Castillo de Pulpis dos
años más tarde.
Sobre 1263/5 se
produciría un alzamiento mudéjar en Murcia, siendo aplastado por
Jaime I bajo la orden del mariscal del Temple Pere de Queralt, más
conocido como “Cor de roure” - “Corazón de roble”, en
recompensa recibirían algunas casas y heredades.
Navarra:
El Reino Independizado.
El
papel de soberano caería en García
Ramírez V
“el restaurador” (1110 – 1150), nieto del Cid Campeador.
Durante el tiempo que se
está reestructurando el Reino, la presencia templaria en el
territorio de Navarra no aparece mencionada en documentos, aunque
este echo no debe llamarnos la atención, ya que en un primer
momento, su presencia se podría considerar peligrosa, ser entendido
como una aceptación del Testamento de Alfonso I, y realmente lo que
pretendían era desligarse de Aragón.
Sin embargo, la presencia
templaria en tierras de Navarra es conocida, según distintos textos,
la entrada de la Orden pudo realizarse a través del Camino de
Santiago, es decir, como defensa de los peregrinos, Navarra era lugar
de paso de todos estos peregrinos procedentes de Francia y distintos
puntos de Europa.
Escudo
Navarra. Plaza de España. Sevilla
La primera donación
aparece en 1135, correspondería a la Villa y castillo
de Novillas, que se convertiría en la primera Encomienda templaría
de Navarra.
Según el historiador
aragonés Paulino Usón, las donaciones en tierras de Navarra suelen
tener una clara preferencia a lugares fértiles enfocados a la
agricultura más que a estratégicos.
En cierto modo es normal,
ya que al desligarse de Aragón, el Reino de Navarra no tiene
fronteras que defender contra el enemigo islámico, su territorio se
encuentra en poder cristiano, de tal manera que el Temple no buscaría
lugares estratégicos para la defensa.
La Orden se encargaría de
comprar y/o permutar posesiones, sobre donaciones apenas hay
documentación sobre los años 1200-1250, a esto hay que añadir la
nula existencia de la intervención por parte de los templarios
navarros en la Batalla de las Navas de Tolosa, como tampoco existe
información sobre casas o monasterios, donde residían los mismos.
Bibliografía:
- Los Templarios en los Reinos de España. Gonzalo Martínez Diez.
- Codex Templi. Templespaña.
- El Legado Templario. Juan G. Atienza.
- Panoramica de la Orden del Temple en la Corona de Galicia-Galicia-León. Carlos Pereira Martinez.
- Historia Universal. Ediciones Rueda.
- Historia de Iberia Vieja. Nº 51.
- Historia de Iberia Vieja. Nº 80.
- Muy Historia. Nº 61
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