“la medida de amar a Dios es amarle sin medida”. B. de Claraval.
Nacimiento Fontaine-les-Dijon (Francia) 1090 - Muerte 1153
Canonizado el
18 de Enero de 1174 por el Papa Alejandro III
Atributos el
libro y el báculo
Doctor
de la Iglesia en 1830 por el Papa Pío VIII
Marie-Madeleine Davy escribe: “Bernardo es el hombre más representativo
del renacimiento del siglo XII. Nacido a finales del siglo XI, en 1090, y
muerto en 1153, se sitúa en plena época de fecundidad intelectual y de
trasformaciones económicas y sociales”.
- Nació en 1090 en el Castillo de
Fontaine-lés-Dijón; su madre Aleth de Montbard (hija del duque de Montbard) y
su padre Tescelin la Saure, Señor de Fontaine.
- Durante su
infancia y adolescencia, su mayor apoyo seria su hermana Humbelina; ella le
ayudaría a salir de la tristeza tras la muerte de su madre.
- Sentía gran
gusto por la literatura y el estudio.
- Fue confiado por su
madre a los canónigos de Saint-Vorles, donde aprendió trívium (gramática,
retórica, dialéctica) y quadrivium (aritmética, música, geometría, astronomía).
- En 1112
tras un tiempo de meditación, unido a su curiosidad por la forma tan extraña
que tiene el monasterio de Citeaux de entender el mundo, comunica su
decisión de ingresar en la comunidad cisterciense.
- En su ingreso le acompañaron 30 compañeros, entre ellos sus hermanos Guy, Andrés, Bartolomé y Gerardo, dos tíos maternos llamados Gaudry de Touillon y Miles de Montbard, algunos primos como Geoffroy de la Roche-Vaneau y Roberto de Chatillón. Todos ellos terminarían siendo abades, obispos y grandes dignatarios.
- El abad
cisterciense, el padre Esteban Harding, le encomienda en 1115 junto a otros
hermanos, la misión de fundar un Tercer Monasterio en Val-d’ Absinthe o Valle
de la Amargura; seria conocido como Monasterio de Claraval (Valle
Claro), apellido usado desde ese momento por Bernardo, siendo al mismo tiempo
nombrado Prior.
- Se consagró al
estudio de las Sagradas Escrituras, de la tradición patrística, la Regla de San
Benito….
- “En el año 1119 Bernardo asistió al primer Capítulo General de la
Orden, convocado por Esteban de Citeaux, donde expuso sus pensamientos acerca
de la revitalización del espíritu primitivo de orden y fervor en todas las
órdenes monásticas”. Simbología Sagrada. Jesús Ávila Granados.
- “De aquella época se dice que Bernardo “veía sin ver, oía sin oír, no sentía el gusto por lo que comía y a duras penas sentía algo por cualquieras de sus sentidos”. Como consideraba el sueño tiempo perdido, practicaba la vigilia”. Llegó a reconocer que no tenía otros maestros que las encinas y las hayas”. Los templarios y la palabra perdida. Mariano Fernández Urresti.
- Su carisma, su
elocuencia y su don de palabras, le acompañaran allí donde vaya, haciendo que
muchos hombres tomen los hábitos para estar cerca de él.
- Sus dones o
cualidades serian requeridas por parte de autoridades eclesiásticas, políticas
para dar su opinión y resolver cualquier asunto.
- Actuaría como
mediador en temas como la sucesión papal entre Anacleto II e Inocencio II;
conflicto entre el rey Luís “el joven” y el conde Thibaut de Champaña.
- Se le encomendó
predicar y restablecer el poder católico, en los lugares donde la herejía
albigense se hacía fuerte.
- “A finales de 1128, Bernardo asistió al Concilio de Troyes. El
propósito de este concilio era
solucionar ciertas controversias de los obispos de París y regular otros
asuntos de la Iglesia de Francia. Los obispos nombraron a Bernardo secretario
del concilio y le encargaron la redacción de los estatutos del *sínodo”. Simbología
Sagrada. Jesús Ávila Granados.
- En este Concilio
apoyaría a Hugo de
Payens/Payns cuando
presentaba la Regla y la autorización para la creación
de la Orden del Temple, formando parte como guía espiritual del
Temple.
- Escribió para la
Orden del Temple su magistral De laude novae militiae. Ad milites Templi (Loa a
la nueva milicia, a los soldados del Temple).
- Atacaría a la Orden
de Cluny, acusando a sus monjes de ser de costumbres relajadas, así como
llegaría a reprender a reyes, papas, obispos y grandes vasallos.
- “Bernardo fue un ser doble, dividido entre la meditación y la acción. Unas veces arrastraba a los hermanos, reprendía a los mayores, influía en la política de todo Occidente; otras se retiraba a una cabaña y se entregaba a la mortificación hasta dejar agotado su cuerpo y hacer que cayera enfermo”. La otra historia de los templarios. Michel Lamy.
- Haría que el Papa Inocencio III,
condenara a un maestro llamado Abelardo, ya en 1121 fue condenado por
escribir el llamado Tratado de Abelardo sobre la Trinidad, y en 1139
propugnó nuevos errores; sería sobre este año cuando Bernardo lo denunció ante
el Papa y se celebraría un concilio general en Sens. El debate público que
pidió Abelardo, terminó destruyéndolo social y psicológicamente, condenado
a jubilarse de su profesión.
- “Abelardo tenía una clara tendencia al racionalismo y no admitía que
para un problema religioso la única respuesta que se esgrimiese fuera: es un
misterio. Creer y no discutir era para él inconcebible”. La otra historia
de los templarios. Michel Lamy.
- Predicaría la
Cruzada viajando de un lugar a otro: Alemania, Francia, Baviera y Flandes,
y mandando cartas a los principales señores, en todas ellas sensibilizando
sobre el sufrimiento de los cristianos en Tierra Santa.
- Tras la
gran derrota sufrida con esta Cruzada, se culparía al propio Bernardo de este
fracaso, sin embargo, utilizaría su gran don de palabras justificando está
perdida como que habían sido los pecados de los hombres los causantes de esta
derrota.
- “En el año 1148 fue a morir en sus brazos Meal O’Morgair, arzobispo de
Armagh, en Irlanda: es decir, san Malaquías, presunto autor de las famosas
profecías sobre los papas. Había sido otro viajero de la palabra, y Bernardo,
que escribió su vida, reconoció en él sorprendentes dones de precognición”. Los misterios
templarios. Louis Charpentier.
- Moriría el 20 de
agosto de 1153 en el Monasterio de Claraval.
- A su muerte
existirían 343 Monasterios Cistercienses, 163 Monasterios en distintas partes
de Europa.
Císter – Orden Cisterciense.
El origen de esta Orden se remonta a 1098, momentos en los que
se está produciendo una reforma en los monasterios, más concretamente sería un
antiguo abad de un Monasterio Benedictino y dependiente del Cluny quien funda
un *cenobio
cerca de Lyon.
Sin embargo, se nombra como sus verdaderos fundadores a Esteban Harding, Tercer abad de Citeaux y a Bernardo de Claraval, ambos: “propiciaron un cambio de orientación del monacato occidental, más favorable desde principios del siglo XII a los aspectos *ascéticos y *eremíticos que al decadente modelo de Cluny, con su rigidez estructural y su apoyo a la legitimación del orden feudal”. Codex Templi. Templespaña.
Se instaura un alejamiento del mundo donde
el trabajo manual, la pobreza y su dura disciplina formarían la base de su
estructura, comenzaron trasladándose a lugares alejados tanto de las ciudades
como de las grandes rutas comerciales.
Se regirían por la Regla de San Benito, y
todo lo utilizado en las Casas de la Orden debía ser igual: Uniformidad,
disciplina, horario, servicios religiosos, libros de lectura, construcciones
arquitectónicas….
“Reasumir el trabajo manual,
adoptar un régimen más estricto y restablecer las iglesias monásticas y sus
ceremonias a la solemnidad y simplicidad propias de la profesión monástica”. Codex Templi. Templespaña.
“Bernardo utilizaba un sello que representaba una serpiente escapando
de un vaso roto, representación de una sierpe druídica (símbolo de las
corrientes telúricas)…, el profesor Alain Desgris explica que el vaso roto
representa el rechazo de las cosas materiales y terrestres, añade que
tradicionalmente se ha representado a San Benito sosteniendo un vaso roto de
donde escapa una serpiente”. Codex
Templi. Templespaña.
Marcel
Moreau escribe: “estos dos símbolos
muestran verdaderamente la continuidad de la influencia de la vieja tradición,
que ayudó mucho al cristianismo naciente y encontró en la organización de éste
un refugio seguro y discreto”. Codex
Templi. Templespaña.
Su Dama, Su
Leyenda.
Se cuenta que cuando Bernardo rezaba en la Iglesia de San Vorles a la imagen de una virgen “tallada en una madera que había ennegrecido más por el tiempo que por el sol. El rostro era ovalado, los ojos grandes, aunque no excesivamente, las mejillas ni hinchadas ni caídas. El color era moreno tanto por el arte como por el tiempo. Era una talla sedente, con el Niño Jesús en el regazo….”. Los misterios templarios. Louis Charpentier.
Bernardo le pidió “Monstra te ese matrem”
(Muestra que eres madre) esta exprimió de su seno 3 gotas de leche que cayeron
en los labios de Bernardo.
Como interpretación podríamos traducir que Bernardo recibe de la
Virgen la sustancia del Conocimiento, la iniciación en los secretos
de la Diosa Madre, por otro lado relacionarlo con una alegoría
alquímica o incluso que “alimentado con
la leche de una virgen negra, bebió en las fuentes profundas de la tradición
druídica. Más tarde él se confesaría discípulo de las hayas y los robles,
árboles sagrados ambos”. Los misterios templarios. Louis Charpentier.
Simbólicamente, "la leche de la
virgen es, para el alquimista, sinónimo del agua mercurial sin la cual nunca
podrá extraerse la piedra filosofal...Durante los estudios de su juventud,
Bernardo fue iniciado, ¿por quién?, por unos maestros próximos a la tradición
druídica, pues es diversos documentos Bernardo escribirá textualmente que él
considera como maestros suyos a los robles y las hayas, árboles sagrados de la
religión céltica". El enigma de las vírgenes negras. Jacques Huynen.
La leyenda o “milagro” se extendería tan rápidamente, que el propio
Alfonso X “el sabio”, la recogería dentro de sus Cantigas de Santa Mª ( 54
y 93); habla de la resurrección de un
monje cisterciense que obro la virgen dándole leche de su seno.
“Conforme
a las reglas de ideal caballeresco, Bernardo hizo de la Virgen su dama; fue un
gran impulsor del culto a María, a la que llamó Notre-Dame (Nuestra Señora o
Nuestra Dama) y la consideró, de manera simbólica, como una mediadora que
permitiría la ascensión por la pureza u humildad, una intercesora a través de
la cual el alma se transforma en esposa mística y madre de Cristo.” Codex Templi. Templespaña.
Retablo de San
Bernardo. 1290. Museo Mallorca
Figura de San Bernardo bajo un arco de medio punto,
con habito blanco y bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo con la mano
izquierda el báculo y la regla de la Orden del Císter. Detrás aparecen dos
candelabros.
La vida del santo:
Bernardo orando ante la Virgen con el Niño (se observa que la virgen no aparece con tez negra), de su pecho sale un hilo de leche que llega a los labios del santo. Acompañando la escena tres ángeles, aunque sólo a uno se le ven las alas.
Aparición de Malaquías acompañado por dos ángeles a
San Bernardo mientras celebra una Misa en su memoria.
San Bernardo leyendo y meditación en la naturaleza, rodeado de rocas, árboles y animales. Es curioso que aparecen dos cabezas de liebres? escondidas entre las rocas.
San Bernardo realiza un exorcismo a dos mujeres, los
demás observan la escena.
- Bernardo por el papa Alejandro III:
“ Hubo un hombre enviado de Dios... que, prevenido y dotado de una gracia particular, manifestó con su propia conducta una santidad eminente; que brilló... por la luz de su fe y su doctrina, que por su palabra y su ejemplo propuso hasta a las naciones extranjeras y bárbaras los preceptos de la religión..., que devolvió a la rectitud de la vida cristiana a una multitud infinita de pecadores que caminaban por la senda ancha del mundo; que se crucificó el mismo al mundo y crucificó al mundo en él mediante aflicciones corporales que le hicieron adquirir el mérito de los santos mártires... Este monje, taumaturgo, predicador, defensor de la Iglesia, cruzado, santo, se llamaba Bernardo de Claraval”.
Frases atribuidas a Bernardo:
“ Si vosotros no respondéis a Dios, a lo que espera de vosotros, un día sabrá haceros bajar a los lugares eminentes a los que Él os ha elevado, pero que vosotros no habéis sabido elevar con vuestras obligaciones”.
Bibliografía:
Los templarios y la palabra perdida. Mariano Fernández Urresti.
Los misterios templarios. Louis Charpentier.
Codex Templi. Templespaña.
El enigma de las
vírgenes negras. Jacques Huynen.
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