Bienvenidos
iniciados, ¿qué tiene que ver un trovador con un caballero
templario?, y ¿una dama dentro de las palabras del trovador con
Ntra. Sña. o Virgen Negra?....
- El Trovador:
Si buscamos su definición,
nos dice que se trata de un poeta provenzal de la Edad Media, que
escribía y trovaba en *lengua de oc.
Redactaba el texto o letra
de la poesía, y componía la música, que acompañaba los textos.
El trovador vivía de sus
composiciones, en ocasiones, podríamos decir, que eran contratados
por las cortes, aunque también como trovadores a señores feudales o
miembros de la corte.
Miniatura
de la Bíblica de Vic. S.XIII
Este movimiento o mundo
surge en el Sur de Francia, expandiéndose a lo largo de Europa.
A través de sus melodías
ponen al alcance del público, desde un amor idealizado, hasta el
hecho de contar las hazañas vividas en las cruzadas.
En este momento histórico,
cuando surge a su vez Bernardo de Claraval con su propio culto a la
Dama, desde un punto de vista espiritual; plasmado en nuestras
vírgenes negras, imágenes que aparecerán en lugares con
edificaciones benedictinas, cistercienses y/o templarías.
- El “Trovar Clus” y Amor Cortés: Palabras Escondidas.
Ya hemos mencionado que el
trovador contaba tanto historias de amor
como de batallas, sin embargo
nosotros nos centraremos en aquellos trovadores que
a través de las palabras, enviaban una serie de mensajes que
solamente el iniciado podía entender y comprender.
Cuando se tocaba el tema
relacionado con el amor desdichado, llevaba implícito la
comunicación de un mensaje o una idea; tenemos que tener en cuenta
que en el momento que surge el trovador, las palabras podían ser
tachadas de heréticas, de manera que debían ser muy sutiles a la
hora de usarlas.
En este amor desdichado
aparece la figura de la Dama, quien no es más que la representación
de la Sabiduría, a la que el trovador intenta alcanzar mediante una
unión simbólica.
En ocasiones la Dama se
encuentra unida en matrimonio a otro hombre, y una tercera persona da
a entender el papel de amor adultero.
Realmente en estas
composiciones, el final no es el conseguir el amor físico de la Dama
como pensaríamos en general todos, sino todo lo contrario, esa
tercera persona lucha por ese deseo desenfrenado, pasando malos
momentos, pero sin conseguir el amor físico de la Dama,
convirtiéndose en una especie de depuración del amor y un tránsito
hacia la perfección.
Es como si tuviera que
pasar por una serie de fases para llegar a alcanzar la Sabiduría,
como en el peregrinaje.
Según Guido Cavalcanti:
“El amor cortés aparece cuando el deseo es tan grande que
supera el amor natural”.
- Ritual Trovadoresco:
El trovador escoge a su
dama, a quien dirigirá sus versos de amor.
La dama debe dar a entender
que acepta o permite ser la elegida.
Esta especie de
acercamiento y respuesta hace que comience la llamada “Senda
Iniciática”.
Para llegar al éxtasis del
deseo debe ser fiel y estar pendiente a cualquier orden de su dama.
El caballero realizará
hazañas en honor a su dama, siendo premiado a través de algún
objeto perteneciente a ella, como un pañuelo que exhibirá en su
atuendo.
El llamado “Ascenso Iniciático” tiene comienzo a través de un primer contacto físico, ya sea una caricia o un beso en la frente, llevando al aspirante a una exaltación de los sentimientos.
El trovador alcanzará una especie de culmen cuando se produzca una confirmación por parte de ambos de que son amantes, sin que se produzca unión carnal. A menudo el propio esposo da su consentimiento.
Aunque en algún momento
lleguen a estar desnudos, la unión debe ser a través de caricias,
en ningún momento debe llegarse a la consumación, ya que se
perdería el “Amor Perfecto”.
- La Mecenas de Trovadores:
Hablamos de Leonor de Aquitania, mujer culta, componía sus propios versos.
Su corte destacó por el
acogimiento a distintos trovadores y músicos, destacando Robert
Wace, quien haría distintas obras encargadas por Leonor, entre
ellas: “Roman Rou” y “Roman de Brut”.
El propio Chrétien de
Troyes se inspiraría en ella a la hora de crear el personaje de la
reina Ginebra.
Su hija María de Champaña
y el esposo de ésta, cultivarían los mismos gustos de Leonor,
aportando nuevas ideas a trovadores y escritores.
- Trovadores Templarios:
Guillermo IX (1071-1126): Duque de Aquitania y Conde de Poitiers.
Fue el principal propulsor
del arte trovadoresco.
Sus escritos son los
primeros que se conocen en los que aparece el tema del amor cortés.
Jaufré Rudel
(1130-1170): Príncipe de Blaye.
Dentro de la corte de
Leonor de Aquitania, participaría en el grupo de sus trovadores
provenzales.
De las historias leídas,
la vida de este trovador, creo que es la más vivida como el
verdadero amor cortés.
Mientras componía en
Aquitania, a su alrededor le llegaban noticias sobre las batallas
vividas en Tierra Santa, la existencia de lugares exóticos e incluso
la belleza de las princesas de aquel lugar.
Uno de los días, escuchó
la historia de una de estas princesas, llamada Melisenda, contaban de
ella maravillas, de su belleza, de sus andares e incluso que
observaba el Mediterráneo solo con una túnica de seda.
Formándose una idea
imaginaria o no de ella, sería esta dama quien inspirara desde ese
preciso momento sus versos.
Tal era su devoción, que
le mandaba sus escritos a través de caballeros que se dirigían a
Tierra Santa.
Fue pasando el tiempo y
languidecía por no poder ver el rostro de su dama; reunió el
dinero necesario para comprar un pasaje en la flota templaría hacia
Trípoli, llegó a tierra, aunque enfermo, pero esto no le hizo
flaquear en su intento por verla.
Se puso camino al palacio y
rogó que le permitieran ver a Melisenda; tras llegar la petición a
oídos de la princesa, permitiría que se le abrieran las puertas,
donde apareció tambaleándose, vestido con harapos.
Tuvo suficiente fuerza para
arrodillarse ante ella y mirarla, la princesa conmovida por tal
pasión y fidelidad, lo abrazó y le regaló un postrer beso. Jaufré
cayó muerto.
Elien
Elzias Cadenet (1160-1240):
Escribiría trovas sobre la
amistad, el vino y el amor cortés.
Ingresaría en la Orden del
Temple al no ser correspondido por una dama, marchándose a
Palestina en 1230, donde moriría.
Olivier “el
templario” (1215-1275):
Entre sus composiciones
destaca “Ira et Dolor”, en la que aparece las palabras
bafomet-bafomería, a las que han relacionado con el
Islam (al final se puede leer un fragmento de tal composición).
Otra de sus obras es “Estat
aurai lonc temps en pessamen”, calificada como canción de cruzada,
es el lamento de Olivier al rey Jaime I de Aragón por el estado en
que se encuentra Tierra Santa.
Ramón Llull
(1235-1316): Religioso y Filósofo.
Su obra literaria es
extensa y amplia, abarcando desde la novela de caballería hasta
obras filosóficas o herméticas.
“Blanquerna”, “Ars
Generalis Ultima”, “Art abranjada d'atrovar”, son algunas de
estas obras.
A través de un sueño, su
vida cambió, y se dedicó a viajar con el objetivo de convertir al
cristianismo a otras personas que seguían otras religiones.
Mantuvo una relación muy estrecha con el Temple, sobre todo el temple mallorquín, incluso sería en Chipre cuando intentaría convencer al maestre Molay de la creación de una nueva orden mediante la fusión del Temple con los Hospitalarios para organizar una nueva cruzada.
Ricaut Bonomel
(1225-1275): Caballero de la Orden del Temple.
Sería él quien trovara la
conquista y saqueo de Constantinopla durante la 4ª Cruzada en 1204.
No escatimaría palabras
para mostrar su desagrado por el control entre el papado y los
distintos reyes en Tierra Santa.
Dedicaría un poema al
sultán Baybars, quien tomaría el último fortín cruzado, el Krak
de los Caballeros, no se nos puede pasar nombrar, que también
aparece la palabra bafomet en su poema (al final se puede leer).
Wolfram von
Eschenbach (1170-1220):
Escribiría el poema
Parzival – Parzifal.
Incluiría una advertencia
como prólogo del poema, en él indica la procedencia de los datos
para esta obra, centrándola en la narración de un caballero llamado
Kyot, que a su vez la obtuvo de unos textos árabes escritos en
Toledo por un astrónomo judío llamado Flegetamis.
A través del relato,
relaciona a los templarios directamente con el Grial.
Parzival se engloba dentro
de los textos más utilizados para el estudio del mito griálico y
los templarios.
“Yo
quisiera, si eso pudiera ser,
deshacer
todo el mal que yo hice
y
hacer todo el bien que no hice.
¡Ah!,cuán
agradable sería
si
el bien fuera el mal y el mal el bien...
Yo
me siento tan culpable ante Dios
que
creo que voy a desesperar”.
Elien
Elzias Cadenet.
“Quienquiera que
luche contra los turcos es un necio,
puesto
que Jesucristo no los ataca verdaderamente.
Han
conquistado y conquistarán […]
y
nos derrotaran cada día para los sueños del Dios,
que
había parado el tiempo,
y
Bafomet actúa con toda su energía y estímulo por
Melicadefer
(Baybars)”.
Ricaut
Bonomel.
- Codex Templi. Templespaña.
- El Secreto del Temple. Oddvar Olsen, Lynn Picknett.
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