10 de diciembre de 2014

La Leyenda del Fraile Templario y la Choza del Espino



     En esta ocasión, la leyenda surge en la llamada Sierra de la Culebra, en la comarca de Aliste (Zamora).



     La presencia templaría en tierras zamoranas se haría presente con la aparición de varias encomiendas como Villalpando, además de propiedades y castillos, lo que une a los templarios con la aparición de leyendas, sin olvidarnos que una parte de ellas es real, y la restante sufrirá las alteraciones provocadas por el paso del tiempo y de las personas.

     La leyenda cuenta que en la Sierra de la Culebra vivía un ermitaño, un fraile templario, se alojaba en una cueva cerca del nacimiento del río Espinoso. Debido a la humedad de la misma, sufría tanto en su propio cuerpo como en sus libros la humedad y moho, así que decidió construirse una choza de madera para proteger sus libros, tras coger su hacha, se puso manos a la obra y se dirigió hacia el bosque para talar algunos árboles. Sin embargo, cada vez que golpeaba un árbol, el hacha rebotaba sin hacer mella en el mismo. Todo debido a unos malos espíritus que vivían en los árboles y no querían la presencia del monje en su bosque.

      Humildemente, volvería a su húmeda cueva, por el camino se topó con espinos, trenzando y añadiendo barro podría utilizarlos para su choza.
     Una vez terminada, bendijo al espino y maldijo a los árboles egoístas que no le dejaron talar su madera diciendo: “Tú reinarás desde hoy sobre los grandes, porque siendo pequeño a tu sombra encuentro protección y abrigo, y si alguna vez los grandes te amenazan serás como la zarza ardiente que todo lo devora”.

     Cuando el fraile murió junto a sus libros, ocurrió que los espinos de su choza echaron brotes, crecieron y cubrieron su cuerpo como un mausoleo, sepultando al sabio fraile y sus libros. Luego se extendieron por el monte, dando nombre al río Espinoso.

     Desde entonces, las gentes de la comarca cortan ramitas de espino, considerado milagroso contra todo tipo de males, especialmente contra el reuma, y el fraile es considerado santidad.



     Es curioso como en esta leyenda aparecen unos espíritus malos que viven en los árboles, haciendo relación a seres como los duendes , arraigados al igual que muchos seres mágicos en la unión de los pueblos con la naturaleza.

     Por otro lado, el uso como protagonista de la zarza y el espino, muy utilizado en relatos; al ser la planta utilizada en la Pasión de Cristo, se le une un carácter mágico y sagrado, al cual se les consideran milagrosos y muy eficaz contra el “reuma”, y al mismo tiempo explica la procedencia del nombre del río Espinoso.


     También tenemos la presencia de libros, en esta ocasión mágicos o con poderes especiales que le otorgan la santidad al monje, no podemos olvidar que los templarios y su acompañamiento de libros, los envolvía de un halo de misterio apreciable en otras leyendas, e incluso en los testimonios de testigos durante la causa seguida contra la orden. 

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