La historia de la batalla
se conoce a través de Crónicas árabes y cristianas del S.X – XI.
Una vez que los árabes
llegan a Ceuta, su gobernador, don Julián, colaboraría con
los invasores.
El gobernador del Norte de
África Musa ibn Nusayr mandaría unas primeras expediciones
hacia la Península para reconocer el terreno, hasta el habían
llegado noticias de una crisis interna en Hispania, siendo el momento
indicado para una invasión.
La expedición mas
importante le seria encomendada a Tariq ibn Ziyad, al mando de
un ejercito formado por beréberes y africanos; el numero de hombres
varia de unas crónicas a otras, en general las cifras rondan entre
12.000 – 16.000 hombres.
Don Julián les
facilitaría el paso desde Ceuta por el Estrecho de Gibraltar
proporcionando naves que los hacia desembarcar en la Península, mas
concretamente en el hoy Gibraltar, que seria conocido por los
árabes con el nombre de “Yabal Tariq”- “Monte de
Tariq”.
Uno de los primeros
enclaves que ocuparon fue Carteia (San Roque), y
posteriormente marcharon hacia Algeciras donde situaron su
base, aquí tuvieron un ataque por parte de Sancho, sobrino de
Rodrigo.
Rodrigo congrego el
ejército, en esos momentos se encontraba de campaña en el Norte de
la Península y se dirigió al sur.
Mediante un decreto, todo
hombre debía estar dispuesto para combatir a la llamada del rey, con
penas que iban desde la confiscación de sus bienes, el exilio o
incluso la muerte.
La convocatoria a las
armas congrego en Córdoba tanto a aliados como enemigos del
rey, entre ellos los miembros de la familia del anterior rey Witiza,
con los que mantenía distintos conflictos relacionados con la
sucesión del trono.
Cuadro "La Batalla de Guadalete", de Salvador Martínez Cubelles |
Ambos bandos Rodrigo –
Tariq se encontraron junto al río Guadalete, durante varios
días se estudiarían mediante emboscadas y distintas escaramuzas.
En la Batalla decisiva,
Rodrigo se coloco a mandar el ejercito en el centro, mientras en los
flancos se encargaban Sisberto y Oppa, hermanos de Witiza, una vez
comenzada la batalla, Rodrigo resiste, sin embargo los flancos
abandonan sus puestos retirándose; esta traición o venganza, unida
a la forma de luchar del ejercito de Tariq provocaría la derrota y
final del reino visigodo.
Las bajas serian
cuantiosas, entre ellas Rodrigo, aunque el cuerpo no se llego a
encontrar, según se narra fue encontrado su caballo a orillas del
río y una bota, de aquí surge la leyenda que no murió en la
batalla.
La victoria de Tariq lo
convenció para seguir conquistando, atacaría Ecija para
terminar con lo que quedaba del ejercito visigodo, si a esto le
unimos la colaboración de la población, el desconcierto político y
también se habla de la ayuda por parte de los judíos, cansados del
trato recibido por los reyes visigodos, encontraría las puertas
abiertas a los nuevos territorios.
Tariq
tomaría la decisión de dividir a su ejercito en distintos grupos,
dirigiéndolos hacia Córdoba y Málaga
respectivamente, y el se iría hacia Toledo, capital visigoda.
Mosaico de la Batalla de Guadalete |
Mientras
tanto, Musa desembarcaría en Algeciras con un ejército, con la
intención de llevar a cabo sus propias conquistas; la ruta tomada le
llevo a conquistar Sevilla y Mérida.
Tariq y Musa se
encontrarían en Toledo y seguirían con la conquista, marcharían
hacia Damasco antes de llegar a Zaragoza, requeridos por el califa,
el cual mostraba descontento por la independencia con que actuaban en
Hispania.
Antes de marchar, Musa
dejaría a su hijo Abd al-Aziz al frente nombrándolo wali
(gobernador) de Al-Andalus, a partir de este momento se encargaría
de afianzar el dominio musulmán.
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