Nombre
completo: ABD AL-RAHMAN:
Nacimiento
Córdoba 891 – Muerte Córdoba 961
EMIR
DE AL-ANDALUS: 912 – 929
CALIFA
DE AL-ANDALUS: 929 – 961
SUCESOR:
Al-Hakam II
También conocido como
Al-Nasir li-Din Allah “el vencedor por la religión de Ala”
o “aquel que hace triunfar la religión de Ala”.
El emirato se encontraba
en uno de los momentos mas críticos cuando sucedió a su abuelo Abd
Allah; heredaba un emirato al borde de la disolución, rodeado de
divisiones internas, amenazado desde el exterior por sus adversarios,
tomaría la decisión de unificar y pacificar todo Al-Andalus.
Comenzaría enviando
emisarios a los gobernadores para pedirles juramento de lealtad, tras
las muchas negativas que recibió, marcharía para someter a estos
rebeldes gobernadores; empezando por Sevilla.
En el 913 se
dirigió y conquisto Ecija, además de realizar una campaña conocida
como de Monteleon en la que tomo unas setenta plazas,
extendidas por las provincias de Jaén, Granada, Málaga y la
serranía de Ronda.
Esta campaña seguiría
hasta el 930, donde terminaría con uno de los focos
independentistas que quedaban, Badajoz, sometida en este mismo año;
mas tarde asediaría durante mas de dos años a Toledo que acabaron
por rendirse en el 932, sin embargo, con Zaragoza tuvo que
realizar una especie de semiprotectorado con el gobernador Muhammad
el Tuerto, este ultimo se comprometía a vigilar y defender las
fronteras de los ataques cristianos, a cambio de mantener su
privilegiada posición a la hora de gobernar la ciudad.
Mientras regresaba a
Córdoba tomaría Beja y Ocosnoba, y otro contingente hacia lo mismo
con Sagunto y Játiva.
En sus respectivos
enfrentamientos con los reinos cristianos peninsulares, obtuvo muchos
resultados negativos. El primer fracaso vino de manos del rey astur
Ordoño II que arrasaría la plaza de Evora en el 913,
y el castillo de Alanje en Mérida en el 915.
En una reacción de
Abderraman III, mandaría conquistar en tierras leonesas San Esteban
de Gormaz en el 917, obteniendo un pésimo resultado, una gran
mayoría de sus soldados perecerían en la batalla contra las huestes
de Ordoño II.
Como represalia a los
ataques cristianos, prepararía la llamada Campaña de Muez en
el 920, donde conquistaría Osma, San Esteban de Gormaz, las
fortalezas de Carcar y Calahorra; saquearían Pamplona.
Tras un periodo de
relativa calma, con la subida al trono cristiano de Ramiro II
(930-950), se reanudarían las hostilidades entre ambos reinos.
Ramiro II se apoderaría de la ciudad de Magerit (Madrid) en el 932,
derrotando a las tropas cordobesas en Osma.
En el 939
Abderraman III sufriria una de sus mayores derrotas a manos de Ramiro
II en la llamada Batalla de Simancas; Ramiro contaba con el
apoyo de los contingentes castellanos del Conde Fernán González y
los navarros de García Sánchez I, en esta batalla el califa estuvo
a punto de perder la vida, tomando la decisión de no acudir
personalmente a ninguna aceifa.
La
victoria cristiana seria aprovechada para repoblar la ribera del
Tormes (Salamanca, Alba, Ledesma) y Sepúlveda.
Tras la muerte de Ramiro
II en el 950, Abderraman recuperaría su papel en la
Península; vencería a Ordoño III, sucesor de Ramiro en el
956, firmando un Tratado de Paz, que seria roto, dando
comienzo a nuevas hostilidades con la subida al trono cristiano de
Sancho I.
En el 957 Sancho I
seria derrotado y destronado por Ordoño IV (yerno del conde
Fernán González). Sancho marcharía con su abuela la reina Toda
en Pamplona, quien tras pactar con Abderrman su ayuda para recuperar
el lugar de su nieto, apoyaría con sus tropas cordobesas la
conquista de Zamora en el 960, momento en que Sancho
recuperaría su trono; a cambio Abderraman también recuperaría
varias plazas fronterizas de importante valor estratégico. El reino
leones paso a convertirse en tributario del califato cordobés.
Otro de los problemas que
tuvo que combatir el califa seria frenar la expansión en el Norte de
África, que contaba con pretensiones de invadir Al-Andalus; en este
caso no utilizaría la intervención o fuerza militar, sino mas bien
el dinero, estableciendo una especie de protectorado sobre el norte y
centro del Magreb, apoderándose de Ceuta (927) y Tánger
(951).
En el 958 el califa
fatimi iniciaría una gran ofensiva terrestre arrebatando todo el
Norte de África al califa omeya, solo conservaría las plazas antes
citada.
Designaría como sucesor
al trono, a su hijo mayor Al-Hakam II, como viene a ser
costumbre se produciría una rebeldía de su hijo Abd Allah
quien tras conjurar con su tío, seria descubierto y mandado
decapitar por su padre en el 949 como medida de protección
del Estado y de la candidatura de Al-Hakam II.
Moriría
doce años mas tardes en el 961 a la edad de 70 años en el
Palacio de Medina Zahara, y enterrado en el Alcázar de Córdoba.
La tradición musulmana le
considera como uno de los más insignes gobernantes de la historia
del Islam.
Bibliografia:
- mcnbiografias.com
- wikipedia
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- mcnbiografias.com
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