Bienvenidos
iniciados, veremos el papel que el árbol ha tenido dentro de las
religiones, culturas, rituales....
Si
diéramos marcha atrás en el tiempo, veríamos como la naturaleza
siempre ha tomado parte activa en rituales, sin diferenciar
religiones, razas, culturas...
Al igual que el agua,
mencionado en otra de las entradas, presente física o simbólicamente
en todos los lugares sagrados, en esta ocasión, el árbol también
forma parte de ello.
En
la Antigüedad,
nos tendríamos que imaginar el Templo formando parte y el todo de la
naturaleza, las divinidades
masculinas
serían adoradas en la colina,
mientras que las femeninas
lo serían en la gruta;
asimismo, el resto
de la naturaleza que los rodea formaría el Recinto
Sagrado,
con su consiguiente carácter sagrado; estos bosques sagrados, eran
llamados “alsos”
por los griegos, y “lucus” por
los romanos.
A
medida que la Arquitectura
forma parte física como Templo para las divinidades, los componentes
de la naturaleza se integran en ella, transformándose el árbol en
los pilares de este Templo o Casa Divina.
El
árbol además de ser representado como Eje del
Mundo,
también representa la Imagen del Mundo,
es decir, si miramos un árbol y lo dividimos por partes, podemos ver
una representación de sus tres zonas
cósmicas:
Sus
Raíces (Zona cósmica subterránea): Se
extienden en la tierra buscando agua y alimentos, manteniendo el
mundo de las aguas y el mundo subterráneo en contacto, nutriéndose
de ambos.
Su
Tronco (Zona terrestre y humana): Crece
hacia la Luz.
Sus
Ramas (Zona superior y celeste): Se
extienden hacia arriba, hacia el Cielo, accediendo a los poderes
solares, e incluso al Reino de las divinidades celestes.
Simbólicamente se puede considerar como una elevación y
comunicación del hombre con los cielos.
El
árbol que cambia de hojas cada año, expresa el Principio:
Morir para Vivir, la muerte vencida por el Renacimiento de la vida;
mientras que el árbol de hojas perennes, simboliza la Inmortalidad
y la Vida Eterna.
“Simboliza el carácter cíclico de la evolución cósmica en las fases de
muerte y regeneración como señalan la caída de las hojas y la aparición de
otras nuevas”. Mensaje simbólico del arte medieval. Santiago
Sebastián.
“El árbol, como el umbral o la puerta de entrada, suele estar custodiado
por monstruos o dragones a los que es necesario vencer para llegar al tesoro y
alcanzar la inmortalidad: Los héroes luchan contra los monstruos que guardan el
árbol de las manzanas doradas o del Vellocino de Oro. Este mito refleja la
dificultad de superar nuestra propia naturaleza mortal, así como los demás
escollos que debemos salvar para avanzar por el camino que conduce a la luz,
para reconquistar el centro”. El simbolismo. J.C.Cooper.
Según
Fulcanelli, las ramas de un árbol seco
es un símbolo alquímico, es decir, representa la fundición de los
metales, separando los minerales que la constituyen.
Como
árboles del Paraíso:
El
Árbol de la Vida
es símbolo de Inmortalidad, ya que significa regeneración y un
retorno al estado de perfección primordial.
De él brota un manantial,
dando como nacimiento 4 ríos que fluyen hacia los 4 puntos
cardinales, formando una cruz.
Su fruto (la manzana)
confiere la Inmortalidad, transportando al hombre de nuevo al Paraíso
perdido.
En
el taoísmo-budismo chino, existe la leyenda del Mono y el Durazno:
“en otro tiempo
había un sacerdote, un mortal, encargado de celebrar los oficios
divinos en el Paraíso, donde moraban los inmortales, y estaba
perdidamente enamorado de una hermosa hada. No había nada que le
impidiera casarse con ella, salvo su condición de mortal, y el hecho
de que su amada era inmortal lo obsesionada hasta tal punto que
ansiaba alcanzar de inmediato la inmortalidad. El sacerdote decidió
que el medio más rápido y seguro era robar un fruto del Árbol de
la Vida, ya que con solo morder un durazno lograría instantáneamente
la inmortalidad. Acercóse al Árbol y después de cerciorarse de que
no había nadie a la vista, extendió la mano para agarrar el
durazno. Pero había olvidado que el Señor Buddha todo lo ve y es
además omnipresente; en el preciso momento en que estaba por tomar
el fruto fue convertido en mono”. Nos
enseña que para conquistar la Inmortalidad, es necesario utilizar el
esfuerzo y el crecimiento espiritual, no tomar atajos, sino seguir el
camino marcado, el camino recto.
En
cuanto al Árbol del Conocimiento,
se le confiere una naturaleza dualista, el hombre que prueba sus
frutos podrá conocer el bien y el mal.
En
otras tradiciones:
El
Árbol del Conocimiento se representa con el vino, símbolo de
Sabiduría; se puede encontrar a través del arte religioso.
Refleja
los mundos Celestial y Terrenal; su poder desciende de los alto hacia
abajo.
El folclore de Islandia,
Laponia y Finlandia comparten con los hechiceros y aborígenes
australianos un árbol mágico que crece de arriba a abajo.
En la Cábala representa el
Árbol de la Vida.
En el Islam es el Árbol de
la Felicidad.
Generalmente es utilizado
como símbolo Solar.
El Árbol Sagrado se
encuentra unido a cada civilización, nación, cultura...,
rindiéndosele un culto “especial”.
Haremos un seguimiento a
través de las civilizaciones, de algunos de estos árboles, para
entender su simbología y unión con el ser humano como algo Sagrado.
El Avellano:
Considerado un árbol
mágico, era el árbol sagrado de los *vergeles célticos,
sus frutos simbolizan la
Sabiduría oculta, a la vez que representaba el Árbol del
Conocimiento celta.
En el Antiguo Testamento,
aparece como Jacob utilizó una vara de avellano para obtener
carneros y ovejas moteados.
El Muérdago:
Junto al roble, para los
druidas representan los poderes Solar y Lunar, lo Masculino y lo
Femenino.
Encarna la Inmortalidad
debido a su hoja perenne.
Los celtas lo utilizaban
para protegerse de los rayos, de la maldad, para ayudar a las
mujeres en la concepción y para curar heridas.
Origen de la Tradición de besarse
bajo una rama de muérdago:
Proviene de la mitología
escandinava, Balder, Dios de la Luz y la Verdad, fue muerto por una
flecha de rama de muérdago; los dioses conmovidos por el llanto de
su amada, le volvieron a la vida. Desde este momento, Balder ordenó
que cada vez que una pareja enamorada pasase por debajo de una rama
de muérdago, se besasen para perpetuar su amor.
La Palmera:
Usadas desde la Antigüedad
como Símbolo de la Victoria y Fertilidad, además de Victoria por los romanos.
En el arte cristiano sería
utilizada como Símbolo del Paraíso.
Unida al Ave Fénix se
convertiría en símbolo de Inmortalidad, Vida Eterna y Longevidad.
En la iconografía medieval
acompañaría a los mártires como idea de “Victoria sobre la muerte”.
El Olivo:
Se encuentra presente en
casi, por no decir todas las religiones, ya sea representado por sus
ramas como por su aceite.
Con ramas de palmas y olivo
sería recibido Jesús cuando llegó a Jerusalén; el olivo como
árbol se menciona en el Corán; los judíos y más tarde los
cristianos, utilizaban su aceite en sus ceremonias de ungión.
Representado como símbolo
de Fuerza, ya que es capaz de resistir grandes sequías, incluso la
maza de Hércules estaba tallada en madera de olivo.
En Egipto formaba parte de
los productos que se utilizaba en los procesos de momificación.
Consagrado por los griegos
a Atenea, simbolizó:
La energía espiritual y la
Luz del Conocimiento (porque proporcionaba el aceite para las
lámparas).
La purificación (por el poder
depurativo y limpiador del aceite).
La fecundidad y la longevidad
(es un árbol muy resistente y capaz de vivir varios siglos).
La victoria, la paz y la
reconciliación (por el efecto calmante de su aceite).
Para los cristianos, la
rama de olivo representa la reconciliación con Dios, ya que se
relaciona con la rama que portaba una paloma soltada por Noé desde
su arca, así como representación mundial de la Paz.
La Higuera:
Considerado por muchos
pueblos como símbolo de Fecundidad y Abundancia.
Para los Hindúes adquiere
un simbolismo religioso, una higuera creciendo del Cielo representa
el Mundo.
En el Budismo es símbolo
del Conocimiento, ya que Budda recibe la iluminación bajo una
higuera.
El arte cristiano presenta una
higuera seca como representación de la Sinagoga: Jesús maldijo una
higuera estéril, interpretado como una condena al pueblo judío.
“Es el símbolo de la ciencia religiosa, aunque en el mundo occidental se
ha considerado a este árbol como un elemento negativo empleado para representar
la herejía. Posteriormente la Iglesia ha redimido la imagen de la higuera
presentándola como el árbol desde donde el Divino lo observa todo”. El Códice Secreto de los Templarios. Jacques de
Martingé.
El Pino:
Símbolo de Fecundidad por
el incesante rebrote de nuevas piñas.
Por su hoja perenne y la
incorruptibilidad de su resina, es considerado por los chinos y
japoneses símbolo de Inmortalidad.
El
Fresno:
En la Mitología Escandinava es Fuente de la Vida y la Inmortalidad, siempre
inalterable y verde: El corcel de Odín mascaba sus hojas, y el
propio Odín se sacrificaría en un fresno por el bien de la
humanidad.
Para los Griegos es símbolo
de Fuerza y Solidez debido a la dureza de su madera, además de
contar con la propiedad de ahuyentar las serpientes.
Según Dioscórides, médico
griego del S.I.d.C: “si una serpiente tuviera que elegir entre
pasar sobre una rama de fresno o por las llamas de una hoguera,
optaría sin dudar por este último camino”.
En Anatolia-Mesopotamia era
considerado como el Árbol de la Sabiduría y del Conocimiento.
En Euskadi, se relaciona al
fresno con el fuego, siendo el protagonista en las hogueras de la
noche de San Juan; hoy día se sigue con la tradición de colocar sus
ramas en los caseríos como protección para sus habitantes.
A nivel general, el fresno
representa para todas las culturas, tanto Orientales como
Occidentales la Fecundidad.
El Fresno sería adoptado por los
templarios
como su Árbol Sagrado, de ello hablamos en El Árbol: 2ª Parte
Bibliografía:
Mensaje Simbólico del Arte Medieval. Santiago Sebastián.
El Códice Secreto de los Templarios. Jacques de Martingé.
Simbología Sagrada. Jesús Ávila Granados
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