5 de abril de 2017

Asedio y Batalla en el Castillo de Chastellet o Jacob - Agosto 1179


     Bienvenidos iniciados, la decisión de los templarios de construir un castillo en este lugar tan estratégico, haría que Saladino tomara otra decisión, aunque más sangrienta...




          Este lugar llamado Vado de Jacob porque según la tradición, era en este lugar donde Jacob había luchado con un ángel (Génesis), resultaba ser un lugar estratégico, por un lado flanqueado por el río Jordán y lugar de cruce del mismo, y por otro lado ruta importante entre Jerusalén y Damasco.

     Durante el reinado del rey Balduino IV, existía una tregua con Saladino, en 1177 se pacta como condición, que el antiguo punto de cruce del rio Jordán en el Vado de Jacob, no sea militarizado ni edificado por ambas partes, una especie de terreno intocable.
     Sin embargo, los templarios ponen los ojos en este terreno, y piden al rey permiso para construir una fortaleza en el, en un primer momento acatan la negativa del rey a tal construcción, pero mas tarde la presión ejercida por el Gran Maestre de la Orden, Odon de Saint-Omand, les abre las puertas accediendo a tal petición.

     Las obras comenzarían en 1178, provocando un enfrentamiento con Saladino quien ve violado una de sus condiciones en el pacto de tregua.
     Ya en 1179 se tiene construido el cascarón del castillo, la gran velocidad en su construcción hace que Saladino haga una oferta a la Orden: 6.000 dinares por desmantelar la estructura, obteniendo una negativa por respuesta; aumentando hasta 10.000 dinares, la nueva negativa hace que Saladino llame a as armas.

     El asedio comenzaría en Agosto 1179, Saladino dirigiría un primer ataque, posiblemente para estudiar su respuesta y vulnerabilidad; en este ataque no puede trepar los muros, lo que haría cambiar su estrategia, decide hacer un túnel para llegar a los bajos del muro, para ello una unidad se dedica a lanzar flechas de manera continua, de esta forma llaman la atención de los templarios y a la vez protegen a los excavadores.

     Se cree que el muro escogido fue el muro noreste, ya que en excavaciones arqueológicas, es el lugar donde se encontraron grandes cantidades de restos de cenizas.


     En una de las incursiones de Saladino, se produce un enfrentamiento con un ejército franco que venía de refuerzo para el castillo, entre sus filas se encontraba el Gran Maestre templario Odon, terminaría con la captura de 200 caballeros, entre ellos el Gran Maestre, los más destacados serían enviados a Damasco, los demás según cuenta Rafael Alarcón en su libro “La estirpe de Lucifer”: “los aserraron por la mitad en el lugar de la batalla”; el Gran Maestre moriría cautivo un año más tarde, todo porque no permitió ser canjeado por un prisionero musulmán, quien resultaba ser un emir sobrino de Saladino, curiosamente el canje se llevaría a cabo simplemente para recuperar el cuerpo sin vida de Odon.

Yo no quiero autorizar con mi ejemplo la cobardía de mis religiosos que se dejarían prender sabiendo que habían de ser rescatados. Un templario debe vencer o morir y no puede dar por su rescate mas que su puñal o su cíngulo”.

     Tras prender fuego bajo el muro, este no cede, al parecer era muy estrecho y no provocaba el daño que debía, tras sofocar las llamas, acción que provocaría un número de bajas importantes, lo ampliaría durante dos días más.
     Llegado el momento prendería de nuevo, esta vez, si cedería el muro, las tropas de Saladino entrarían masacrando a todos los cristianos que allí se encontraban como castigo a la rotura del pacto.

     Sobre las tropas del rey Balduino, tenemos dos versiones: Aquella que nos dice que al avistar la columna de humo que salía de la ubicación del castillo mientras se dirigían a socorrerlos, el rey lo dio todo por perdido y los abandonó a su suerte; la segunda prefiere decir que cuando llegó ya era tarde, una manera más sutil.

     Las Crónicas musulmanas nos refieren: Fueron 800 los cristianos masacrados, el interior del castillo se encontraba devastado, aquellos supervivientes serían ejecutados, sus cadáveres y la de sus caballos serían arrojados al pozo que abastecía el castillo, y otra parte esparcidos por el castillo.
     Tal hecho provocaría una epidemia en la que morirían gran parte de las tropas de Saladino que quedaron allí para desmantelar el castillo, entre ellos parte de sus comandantes.

  • Curiosidad:
     En unas excavaciones arqueológicas realizadas alrededor y en el interior del castillo, se han encontrado: Restos y fragmentos de espadas, lanzas, cabezas de flechas en gran cantidad; aproximadamente unas 160 monedas, huesos con muestras de violencia y una zona donde han aparecido esqueletos completos.
     Igualmente, la parte noreste del muro, presenta gran cantidad de restos ennegrecidos y cenizas.

Bibliografía:


Los templarios. Piers Paul Read.









La Estirpe de Lucifer. Rafael Alarcón Herrera.







Estudios Arqueológicos. Antonio de la Iglesia.
Wikipedia.

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