Bienvenidos iniciados, si nombramos los
Pobres Caballeros de la Santa Ciudad ,
Soldados de Cristo, Milicia de Salomón, puede que no sepamos de que estamos
hablando, sin embargo, si decimos Orden del Temple, esto nos puede sonar aunque
sea de oídas; hoy podremos conocer sus inicios...
Entre la documentación existente,
encontramos las Crónicas de Guillermo de Tiro:
“Principio
de la historia de los hechos acaecidos en las regiones de ultramar, desde los
tiempos de los sucesos de Mahoma, hasta
el año del Señor de 1184” ;
consta de 23 volúmenes con sus correspondientes capítulos; nos pararemos en el libro duodécimo, Capitulo
VII.
CAPITULO
VII: Se funda en Jerusalén la
Orden de la
Milicia del Templo.
“En este mismo año, ciertos nobles
señores pertenecientes a la caballería ordenada, amantes y temerosos de Dios, entregándose
al servicio de Cristo, prometieron sobre las manos del señor patriarca vivir en
castidad, obediencia y sin cosa propia, a la manera de los Canónigos Regulares.
Entre ellos fueron los primeros los venerables varones Hugo de Payns y Godofredo de Aldemaro. Y como
no tenían iglesia ni domicilio fijo en que vivir, les concedió el Rey temporalmente
una parte del palacio en el lado sur, que se halla junto al Templo. Los mismos Canónigos
del Templo les concedieron bajo ciertas condiciones y para los servicios de
dependencias la planta que poseían cerca de dicho palacio. Igualmente, el Rey
con sus próceres y el señor patriarca con los prelados de las iglesias les
concedieron para sustento y vestido ciertos beneficios sobre las propias
rentas, unos temporalmente y otros a perpetuidad. El primer cometido que, para remisión
de sus pecados, les fue encomendado por el señor patriarca y los demás obispos,
fue que preservaran con todas sus fuerzas los caminos e itinerarios de los
peregrinos, contra las asechanzas e incursiones de los ladrones. Durante nueve
años después de su fundación vistieron hábitos seculares, usando las vestiduras
que, como remedio de sus almas, el pueblo les ofrecía.
Finalmente, el año noveno, habiéndose
celebrado un concilio en Francia, en Troyes, al que asistieron los arzobispos
de Reims y de Sens con sus sufraganeos, así como el obispo de Albano, legado
pontificio, y los abades del Cister, de Claraval y de Terracita, con otros
muchos, se les dio una Regla y se les asigno un habito blanco, por mandato del
papa Honorio y de Esteban, patriarca de Jerusalén.
Y aunque después de nueve años, en que
permanecieron en su estilo de vida, no eran más que nueve miembros, a partir de
entonces comenzaron a aumentar el número y a multiplicarse sus posesiones.
Posteriormente, en tiempo del papa Eugenio, se dice que, a fin de hacerse notar
entre los demás caballeros, comenzaron a coser en sus mantos cruces de paño
rojo, tanto los caballeros, como los hermanos de rango inferior que llaman sirvientes. Esto fue creciendo de tal
manera que actualmente cuentan con unos trescientos caballeros conventuales,
vestidos de blancos mantos: exceptuando los legos, cuyo número en casi
infinito. Se dice que tienen tan inmensas posesiones tanto por acá como en
ultramar, que no hay provincia en el orbe cristiano que no haya entregado algo
de sus bienes a los antedichos hermanos; y se dice que actualmente poseen
riquezas igualables a las de los reyes.
Por haber tenido su primitiva mansión en
el palacio real junto al Templo, como dijimos, se llaman Hermanos de la Milicia del Templo. Y
habiendo permanecido largo tiempo en buen propósito, viviendo muy de acuerdo
con su profesión, luego olvidada la humildad (que es, como se sabe, salvaguarda
de todas las virtudes, y al asentarse en lo mas bajo no puede padecer detrimento
alguno), se sustrajeron de la autoridad del señor Patriarca de Jerusalén,
negando la obediencia que sus predecesores habían prestado a aquel de quien habían
obtenido la institución de la
Orden y los primeros favores; y hasta volviéndose muy incómodos
para la Iglesia
de Dios, retirando las décimas y primicias y perturbando indebidamente sus
posesiones”.
Conclusión:
Se refiere a 1118 año en que fue
coronado rey Balduino II (2 Abril 1118), este echo es mencionado en el
libro duodécimo, Capitulo IV, los siguientes capítulos correlativos hasta el
Capitulo VII comienza con la frase: “En este mismo año”. Mediante deducción se sabe que Balduino II les cede las
dependencias del Templo cuando ya era rey, con lo cual el mes seria a partir
del 2 de Abril.
En su Crónica “Historia orientales seu Hierosolymitana” de Jacobo de Vitry,
obispo de Acre, aporta además de ser un calco de la crónica de Guillermo de
Tiro, una lista con los nueve fundadores:
-
Godofredo
de Saint Aldemaro.
-
Godofredo
de Bisol.
-
Payen
de Montdidier.
-
Archibaldo
de Saint Amand.
-
Hugo
Rigaud.
-
Gondemaro.
-
Rolando.
Algunos de estos nombres pueden aparecer
con letras de más o mal escritos, debido a la pronunciación de sus nombres o
por simples faltas de ortografías;
incluso pueden hacer alusión al lugar de nacimiento o procedencia.
En un ultimo texto, escrito por un
tal Ernul, al parecer se trataba de un
escudero pero no existe mucha mas información, se trata de una continuación de
las Crónicas de Guillermo de Tiro paradas en el año 1184.
“Cuando los cristianos hubieron
conquistado Jerusalén, un numero bastante importante de caballeros se presento
en el templo del Sepulcro y muchos lo hicieron después, venidos de todas
partes. Obedecían al prior del Sepulcro. Hubo buenos caballeros que hicieron
don de si mismos. Se consultaron entre ellos y dijeron: “Hemos dejado nuestras
tierras y nuestros amigos, y hemos venido aquí para elevar y exaltar la ley de
Dios. Y aquí estamos comiendo, bebiendo y gastando sin hacer nada. Ni obramos
ni luchamos, cuando es necesario hacerlo en esta tierra. Y obedecemos a un
sacerdote pero no luchamos. Consultémonos y nombremos Maestre a uno de
nosotros, con permiso de nuestro prior, que nos mandara cuando sea necesario
batallar”.
Los primeros caballeros templarios prometieron ante el Patriarca de Jerusalén vivir en castidad, pobreza y obediencia, añadiéndoles un cuarto voto de defensa con las armas a los peregrinos y los Santos Lugares, preservando estos últimos.
En relación a su numero, se nombra en las Crónicas
de Jacobo de Vitro a nueve fundadores, mi conclusión es que nombra a los
nobles, cuyos nombres serian mas representativos, también hay que tener en
cuenta que lo mas habitual era que un caballero se acompañara de un numero
determinado de personas, entre ellos escuderos, soldados…, que podrían o no,
seguir a su servicio cuando llegaron a Tierra Santa.
También no se nos puede pasar la utilización de la simbología del numero 9,
como “numero limite de la serie antes de retornar a la “unidad””, ya que aunque
hablaremos sobre ello mas adelante, la
Orden del Temple se consideraba como una “Unidad”, un “todo”,
nada les pertenecía individualmente, no tenían nada de su posesión, todo era
propiedad de la Orden.
Su nombre vendría dado por su ubicación,
el rey Balduino II les cedió el ala
de su palacio situado en la antigua mezquita de Al Aqsa, en el monte del
Templo; aunque también fueron conocidos como Pobres Caballeros de la Santa Ciudad ,
Soldados de Cristo, Milicia de Salomón o del Templo de Salomón, Hermano del Templo o del Temple.
Según Martínez Diez en los inicios de la
vida religiosa de la orden de Jerusalén, debieron acogerse a una de las dos
reglas o modos de vida vigentes para los regulares de Palestina y en el resto
de la Iglesia
occidental: la regla benedictina o la seguida por capítulos regulares o Regla de San Agustín; asimismo, el Temple dependería del Patriarca de Jerusalén,
siendo obvio que escogieran la regla que seguían los canónigos del Santo
Sepulcro, que constituían el cabildo propio del Patriarca. Bernardo de Claraval se apoyaría en las dos reglas:
San Agustín y San Benito como base,
modificándola a medida que las necesidades de la Orden lo requerían hasta
construirse la Regla Templaría
definitiva.

Sobre 1127 Hugo de Payns acompañado de otros Hermanos, se pondrían camino a Francia, Flandes, Inglaterra y Escocia; entre sus objetivos se encontraban:
-
Conseguir
del papa la aprobación y confirmación tanto de la Orden como de su Regla.
-
Obtención
de recursos económicos para el desarrollo y misión de la Nueva Orden.
-
Reclutamiento
de nuevos miembros templarios.
-
Llamamiento
a los guerreros cristianos de Occidente para acudir en defensa de Tierra Santa.
Si enfocáramos estos objetivos dentro de
una empresa de hoy en día, nos daríamos cuenta que Hugo de Payns estaría
realizando un trabajo de marketing y publicidad; muy relacionado con el tema
empresas, ya que al fin de al cabo, mi opinión es que la Orden del Temple funcionaria
como una gran multinacional de hoy.
Aparecen documentadas entre las primeras
donaciones, las realizadas por el conde de Flandes, conde de Blois, conde de
Anjou, Enrique I…, sin olvidarnos del reclutamiento tanto de caballeros como de
sargentos de armas.

En 1129 se celebraría el Concilio de Troyes, Hugo de Payns expondría el proyecto de regla redactado parala Orden , esta seria examinada y evaluada por la
asamblea, sometiéndola a la aprobación o modificación de sus distintos capítulos;
aquellos que no se decían a tocar o anular, serian mandados al papa o al
Patriarca de Jerusalén para su decisión final.

En 1129 se celebraría el Concilio de Troyes, Hugo de Payns expondría el proyecto de regla redactado para
Tras la confirmación de la Orden en el Concilio de
Troyes (1129) aumentaría el numero de solicitudes de ingreso ampliándose considerablemente,
así como la guarnición en Tierra Santa; este hecho, fue utilizado por el papa Honorio II en su
provecho, ya que años atrás había pactado con los reinos de la Europa cristiana en sus
luchas contra el Islam, el papa había
firmado un documento comprometiendo a la Santa
Sede a socorrer militarmente a estos reinos cuando fuese
solicitado.
" ¿Por qué no utilizar este aumento de
ingresos para integrarlos dentro de sus Milites Sancti Petri, y utilizar por un
lado sus habilidades de combate, y por otro lado poder cubrir su compromiso con
los reinos cristianos?".
Una
vez que las noticias sobre estos personajes, comienzan a expandirse, llegarían
a ser demandados por reinos cristianos, asimismo, se encargarían ellos, de realizar
visitas a estos reinos para reclutar y
recibir donaciones.
Es en este momento cuando el papa daría
permiso a la Orden
del Temple para que se extendieran por todos los reinos donde fueran emplazados……
Bibliografía:
- Codex Templi. Templespaña.
- La verdadera historia de la Orden del Templo de Jerusalén. A. Galera Gracia
- Muy interesante
- Caballeros de Cristo. Alain Demurger
Bibliografía:
- Codex Templi. Templespaña.
- La verdadera historia de la Orden del Templo de Jerusalén. A. Galera Gracia
- Muy interesante
- Caballeros de Cristo. Alain Demurger
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