29 de abril de 2020

Mujeres En La Orden De Calatrava



     Bienvenidos iniciados, admitidas en la Orden,cambiarían el carácter militar por el espiritual....





     A diferencia de la Orden de Santiago, es curioso la poca información que existe sobre el papel de la mujer en la 
Orden de Calatrava, de manera que expondré lo encontrado y como hago cada cierto tiempo, iré actualizando si puedo acceder a más información.

     En el caso de las órdenes ibéricas, las mujeres tendrían un “lugar” dentro de las mismas, formarían parte de su estructura, eso sí, controlado como siempre por el Maestre y sus guías espirituales; el Maestre controlaría las nuevas admisiones, autorizaría a la abadesa en cuanto a permisos o gestiones (legales, económicas...), incluso presidiría cada 3 años la elección de la nueva abadesa.

     A diferencia de los hombres, las mujeres cambiarían el carácter militar de la orden por el espiritual, ya que serían aceptadas como freiras conventuales.

     Condiciones de Ingreso.



     La dote principal para ingresar en los conventos consistía en 1.000 ducados, aunque dicha cantidad se rebajaría en aquellos momentos que los conventos necesitaban mejorar económicamente.










     “Yten, establecemos que las monjas de velo que en él ovieren de recibir, sean nobles y generosas, e en quienes concurran las calidades que por nuestra santa orden se requieren en los cavaiieros della, pero que las freilas sirvientes que puedan ser recebidas aunque en ellas no concurran las sobredichas calidades, con que no sean conversas ni de linaje de conversos, y porque esto se guarde, ordenamos y mandamos que de las que se ovieren de reqebir por monjas e freilas se tome primeramente información plenaria de sus calidades, según y por la manera que está mandado e se mandare que se tomen en los cavalleros que an de ser resebidos al ávito”.

     Capítulo General de 1600: “En el Difinitorio del año de 1600 fue tratado sobre las Cruzes de esta Ordeii, que traen por insignia las Monjas y Freylas de los monasterios de San Felices de Burgos y San Salvador de Piuilla, y que no liaziéndoseles informaciones de la limpiesa de sus linages, como se les hazían, era muy grande inconveniente traer las dichas Cruzes: y aviendo tratado largamente sobre esto, fue ordenado, que las monjas, y Freylas, que de presente estavan en los dichos monasterios, traxesen sus ábitos, y Cruzes, como las traen, y que a las Monjas, o Freylas, que de allí adelante huviessen de recibir el ábito en qualquiera de los dichos Monasterios, se les liiziesen informaciones de Chistianas viejas, limpias de rara de Iudío, y moro, y assi lo mandamos, y ordenamos, y si no tuvieren las dichas calidades, no sean recibidas al Abito”.

     “Y por quuanto las Monjas de esta Orden del Monasterio de la Asunción de la villa de Almagro, conforma a su institución, han de tener las calidades que los Cavalleros de la Orden. Declaramos, no ser nuestra intención hazer mudanqa en sir Estatuto, antes Ordenamos que en quanto a ellas se quede en su fuerza y vigor la difinición de los Capítulos passados de Toledo y Madrid, y que las que huvieren de res recibidas para Monjas en el dicho Monasterio, sean Hijasdalgo de padre, y madre solamente, y que las abuelas de entrambas partes baste ser Christianas viejas, sin raza de Judío, Moro ni Herege”.
Las religiosas del hábito de Calatrava en el S.XVI. Francisco Fernández.


     Vida de las Hermanas.

     A continuación detallaré unas Normas sacadas de la Constitución del Monasterio de la Asunción de Almagro.

     Debían realizar sus horas y servicios religiosos siguiendo la regla benedictina.
     Diariamente estaban obligadas a celebrar una misa de requiem por el alma del fundador.
     Eran atendidas espiritualmente por capellanes, los cuales también tenían sus normas, aunque vivían en el mismo monasterio, no podían comunicarse con ellas, vivir en edificio aparte, y sólo podían entrar en el caso de tener que administrar la extrema unción a una hermana, aún si se diera este caso, estaría acompañado de otro capellán, la abadesa y tres hermanas, nunca sólo; aún así, las hermanas llevarían velo para taparse la cara y prohibido dirigirle la palabra.
     Una vez que entraba como monja, no se le permitía salir, ni siquiera el rey podía darle licencia.
     Se comunicaban con el exterior a través de una doble verja de malla, y con su velo sobre la cara.
     La entrada al convento, a parte del médico, solo estaba permitida una o dos veces al año al rey y a los comendadores que le acompañaran, eso sí, serían los más ancianos y virtuosos.

  

   El día que el visitador junto al escribano auditara el convento, debían hacerlo en una habitación aparte donde revisarían las cuentas, las hermanas se reunirían en una sala aparte por si fueran llamadas individualmente.








     Como hemos visto, estas normas forman parte de la Constitución de la Asunción de Almagro, que se convirtió en Convento de Clausura siguiendo uno de los principales objetivos tras la reforma de las comunidades religiosas que podemos leer en: Mujeres en las Ordenes Militares, esto no quiere decir que todos los conventos-monasterios femeninos aceptaran de buena gana dicha reforma, como es el caso de San Felices de Amaya, que conseguiría independizarse del control del comandante de la propia orden, y al igual pasaría con otras ordenes militares.
     Sin embargo, tal independencia o “rebelión” sería tarde o temprano castigada.

     Castigo.

     Hemos mencionado antes que las hermanas no podían hablar con el capellán, en caso que lo hiciera, el castigo que recibían era:
La primera vez: Bajo pena grave.
La segunda vez: Reclusión por un año.
La tercera vez: A pan y agua.

     La clausura era uno de los principales objetivos dentro de las reformas de la Orden de Calatrava, las salidas sin permiso o licencia eran algo habitual, sin embargo, sería tras el Capítulo General celebrado en Burgos en 1523 cuando se tome la decisión de aplicar medidas correctoras, las hermanas debían volver a adoptar la Regla Benedictina, en la que la mujer debe estar encerrada y alejada del mundo exterior.



     Para ello, en caso que los visitadores pensaran que la superiora del convento estaba cometiendo alguna/s falta/s, podría suspenderla en el momento, tal efecto se llevaría a cabo en 1536 en San Salvador de Pinilla, 1541 en San Felices y 1547 en Asunción de Almagro.

     En el caso que la falta fuese cometida por una hermana sin cargo, su castigo podía pasar desde el traslado a otro monasterio, casa de la orden o del Císter, mejor alejada de la tentación.
Como podemos ver, siempre sería el hombre quien tomara la decisión final del culpar, castigar y porque no?, humillar a la mujer.

     Conventos Femeninos.

     A finales del S.XV, los Reyes Católicos accederían al control del maestrazgo de la Orden de Calatrava, haciéndose cargo de los dos únicos cenobios femeninos que mantenía la orden: San Salvador de Pinilla y San Felices de Amaya.

     San Felices de Amaya – Burgos.


     Sería el Primer Cenobio Femenino de la Orden de Calatrava, como fecha de su fundación se tiene 1219, pero al parecer: “las hermanas entraron en un complejo ya construido, una “casa” de la orden, es decir, una comandancia”.
Ordenes militares hispanas y la economía cisterciense. Ghristain Banry.

     San Felices habría sido donado por Alfonso VIII, rey de Castilla en 1188, apareciendo como monasterio, de manera que ya había albergado una comunidad religiosa anteriormente, dicha donación estaba acompañada de una granja y sus pobladores.
     En 1220, ya estando en manos calatravas y al ser considerado una abadía, requería la representación de una abadesa, quedando atestiguada su existencia este mismo año, al mismo tiempo se firmaría un acuerdo entre el Maestre y la primera abadesa del monasterio: “por el que se acordaba que en éste se daría cobijo a las mujeres e hijas de los caballeros, así como la admisión de otras mujeres que sin vinculación con la orden militar sintiera atracción por ella”. Mujeres con poder en la Edad Media: Las ordenes militares. Palmira Peláez.

 
   La comunidad debía mantenerse, por un lado mantendrían la explotación agrícola heredada de la orden, ya que el maestre les cedió en 1219: “una reserva de cuatro periódicos de tierra de cereales y un rebaño de cien cabezas, principalmente ovejas, un número comparable al observado habitualmente en las comandancias de Calatrava”. Ordenes militares hispanas y la economía cisterciense. Ghristain Banry.

     Y por otro lado la orden les adjudicaría una pensión , eso sí, sería la que la orden estipulara conveniente, ya que aunque en sus principios el maestre se brindara a apoyarlas, cuidarlas y protegerlas, existen evidencias de dicho compromiso hasta el año 1287, a partir de aquí tuvieron que ingeniárselas para mantenerse y sobrevivir con lo que tenían a su alcance.
     Se sabe que en 1491 seguían manteniendo una granja de ovejas, y que la riqueza de la abadía se basaría principalmente en las tierras de cereales, viñedos y la pesca.

     Mecenazgo.

     En sus comienzos, los activos que necesitó la comunidad fueron dotados por parte de la orden y otra parte por unos particulares: Don García Gutierrez y Mª Suarez.
     Entre las donaciones se encontraban una reserva, unas tenencias ubicadas en Quintanilla de Ríofresno, además de otras villas provenientes del patrimonio de Mª Suarez.
     Dicho matrimonio no tenía hijos, de forma que tras sus muertes, y no tener herederos que siguieran con su mecenazgo, San Felices comenzaría a notar dichas ausencias; sería en 1253 cuando dos damas de la familia Castro: Leonor González y su hija Leonor Rodríguez retomaran el patrocinio; durante el tiempo que permanecieron (unos 30 años), el monasterio conseguiría expandirse, y al mismo tiempo independizarse del control del Comandante de la orden.
 
   Además de villas, recaucadan en ellas la martiniega, un tributo que las comunidades de habitantes pagaron colectivamente, y las caloñas, producto de multas judiciales.
     Sin olvidarnos que estas damas al pertenecer a familias ricas, contaban de gran importancia política, lo que permitiría a la comunidad beneficiarse de privilegios y favores por parte de la realeza.




     Sin embargo, todo lo positivo tiene un negativo, esta estrecha unión entre el patrocinador (linaje familiar) con el monasterio, hacia que otros posibles benefactores se retiraran, de manera que al morir en 1286 Leonor Rodríguez, unido a guerras políticas de los Castro con otra familia, perdieran o mas bien, se cortara dicho mecenazgo.
     “muestra la importancia del papel de los jefes como protectores y la influencia de la coyuntura política en los ciclos económicos de las instituciones”. Ordenes militares hispanas y la economía cisterciense. Ghristain Banry.

    
 “En 1568 tuvieron que mudarse a la capital por orden del rey Felipe II. Durante más de 10 años vivieron en el instituto López de Mendoza, hasta que el Monasterio de San Felices de la Plaza Vega estuvo terminado. Sin embargo, debido al desarrollo urbanístico de la ciudad, la comunidad comenzó su andadura por distintos lugares de la capital. Finalmente en 1980 se inauguró el convento en que actualmente viven”. Www.declausura.org






     San Salvador de Pinilla – Guadalajara.


     Su fundación se debería a Rodrigo Fernández de Atienza, su esposa, su hermano y su hermana en el año 1218 para una comunidad de monjas cistercienses procedentes de Valfermoso de las Monjas (Guadalajara), las cuales se incorporarían a la Orden de Calatrava en 1262, sin embargo, no obtendrían la plena integración hasta la época del maestrazgo de Pedro Girón, entre los años 1445-46.
     El monasterio estaría ubicado en la finca familiar, acompañado de edificios y una explotación agrícola con terrenos, viñas y jardines; posteriormente se les donaría distintas propiedades: Torremocha y Villanueva.

     A. Herrera Casado sugiere que desde finales del S.XIII, el monasterio no sólo se dedicó a la contemplación, sino a la “tarea de formar jóvenes de la pudiente sociedad medieval”.Las ordenes militares hispánicas en la Edad Media: (S.XII-XV). Carlos de Ayala.


     

    Se beneficiarían de donaciones y privilegios particulares, incluyendo a los Reyes Fernando III “el Santo” en 1221 y Sancho IV en 1292.





     Estuvo funcionando hasta 1576, siendo abandonado tras el Concilio de Trento, ya que según su mandato los monasterios debían instalarse intramuros de las ciudades,trasladándose la comunidad al convento de la Concepción de Almonacid de Zorita, debido a la insalubridad y extrema pobreza en la que la comunidad sobrevivía, fueron trasladadas a Madrid en 1624.
     En Madrid pasarían por distintas ubicaciones: Calle Atocha, Calle Alcalá (actualmente se encuentra la Iglesia de las Calatravas).
Durante la Primera República serían trasladadas con las comendadoras de Santiago, no sin antes derribar el convento de donde venían. “Allí las aislaron y no dejaron que entrasen nuevas vocaciones, así que solo quedaron dos monjas”. Www.alfayomega.es Rescatadas por los caballeros de la Orden de Calatrava, serían llevadas en 1896 al convento de dominicos de Fuencarral.
     Nuevamente sufrirían varios traslados más hasta terminar donde se encuentran actualmente.
     Decir que dos de sus patrocinadoras o benefactoras serían la reina Mª Cristina y la infanta Isabel.

     Convento de la Asunción de Almagro – Ciudad Real.


     Su funcionamiento no empezaría hasta el año 1543 bajo el mando de Doña Inés Carrillo, quien junto a un número de monjas procedentes del convento cisterciense San Clemente de Toledo, formarían la comunidad conventual, siendo en este momento cuando se les hace entrega de los bienes entregados en donación por Don García de Padilla.

     
     El Comendador Mayor Gutierre de Padilla dejaría mediante testamento una donación para realizar un hospital, sin embargo en 1523 el Capítulo General decide dividir el proyecto en dos partes: un Hospital y un monasterio femenino; las obras comenzarían en 1519.

Sería cedido a los dominicos en 1903.




     Convento de Santa Mª de Jamilena – Jaén.

 

  Mandado construir en 1523 por orden del Capítulo General, no llegaría a ser terminado; su finalidad era concentrar aquí todas las monjas de los conventos calatravos.







     Actualmente.

     A fecha de hoy, el Convento de San Felices es llevado por la madre abadesa Juana Tajadura, en la actualidad la relación del convento con la Orden de Calatrava es más bien simbólica, según la madre abadesa “En lo material, cada monasterio es independiente. Y en lo espiritual, dependemos de la congregación de San Bernardo: somos cistercienses calatravas”. Www.diariodeburgos.es
     La comunidad está conformada por 8 monjas, aunque en 1980 cuando se trasladaron a su actual convento eran 16 calatravas.

 
   En Morazarzal (Madrid) también podemos encontrar otra congregación de hermanas calatravas, aunque su construcción es mas reciente, ya que fue terminado en 1980.



     Aquí las hermanas se encargan de elaborar dulces en su obrador, los cuales venden, y también cuentan con una hospedería.
     Esta congregación esta formada por 9 monjas que viven en clausura.
     Según su abadesa Crescenta: “Siempre digo que somos más actuales que nunca, porque lo cierto es que la fe se está perdiendo y orar es nuestra misión. A nosotras la Iglesia no nos ha mandado cuidar enfermos, ni niños, ni ancianos, ni tenemos una razón social, sino que nos encomienda ocuparnos de la oración. Oramos por las necesidades del mundo, y eso entronca con nuestra fundación, que en aquel momento tuvo lugar por un motivo muy concreto, para que el cristianismo floreciera y no fuese masacrado”. Www.aquienlasierra.es

Bibliografía:

Las Instituciones Religiosas Femeninas. Mª Isabel de Valdivieso.



Mujeres con Poder en la Edad Media: Las Ordenes Militares. Palmira Peláez Fernández. Cuadernos de Estudios Manchegos 2009.






Las Ordenes Militares Hispánicas en la Edad Media: (S.XII-XV). Carlos de Ayala Martínez.




La Sociedad Medieval. R. Fossier


Las Ordenes Militares en el Mediterráneo Occidental (S:XIII-XVIII). Casa de Velázquez. Instituto de estudios Manchegos.







Caballeros de Cristo.... Alain Demurger.



La Mujer en la Edad Media. Ricardo Walter Corleto.







Historia de las Ordenes de Caballería, que han existido, y existen en España. D.M. D. Iñigo y Miera y D.S. Costanzo.


Las religiosas del hábito de Calatrava en el S.XVI. Francisco Fernández.
Ordenes militares hispanas y la economía cisterciense. Ghristain Banry.




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