Bienvenidos
iniciados, ¿qué relación existió entre el “Halcón del Temple”
y Roger de Flor?, un templario convertido en pirata...
Entre
los nombres que la Orden daba a sus navíos, los historiadores han
encontrado “La Rosa del Temple”, “El Buena Aventura” y
“Halcón del Temple”; aunque también sentían predilección por
nombres que correspondían con las llamadas vírgenes negras.
Para
conocer la historia del navío “Halcón del Temple”, primero
deberíamos conocer la historia de Roger
de Flor.
*
Roger de Flor.
Nacido
en Brindisi, era hijo de Ricardo de Flor halconero mayor del
Emperador Federico II Hohestaufen; tras la muerte de su padre en la
guerra y tras la confiscación de su hacienda, su madre accedió a la
petición de un hermano templario marsellés llamado Vasall
de
que “donara” a Roger a la Orden del Temple, el chico pasaba horas
en el puerto, y el hermano vio el interés y curiosidad que mostraba
por las naves y su navegación.
Tras
ser donado, aprendió el arte de la navegación, de ser guerrero,
latín y griego; siendo admitido en la Orden del Temple con el grado
de sargento, estaría al mando de una nueva nave bautizada con el
nombre de “Halcón
del
Temple”
en honor a su padre.
Entrada
de Roger de Flor en Constantinopla.
De
inmediato se le conoció por su gran reputación como osado navegante
y experto guerrero.
Durante
la caída de San Juan de Acre en 1291,
se encarga de evacuar a familias y ciertos de personas de una muerte
segura, incluido sus bienes. Como agradecimiento recibiría
donaciones
y regalos, acusado ante el maestre de apropiarse de estos bienes, se
le sentencia a ser capturado.
No
se tiene certeza de que tales acusaciones fuesen ciertas o no, la
historia lo acusa de haberse quedado con tales regalos y donaciones,
así que cada uno que piense lo que crea mas evidente.
Tras
refugiarse en Génova, compra una galera (“con dinero prestado”),
y forma un ejercito mercenario formado por compañeros y amigos,
mayoritariamente catalanes, aragoneses y valencianos denominados
“compañías
catalanas”,
bajo una estricta disciplina, se pone al servicio del rey Federico II
de Sicilia, dejando sus marcas en la historia.
Moriría
asesinado en Adrianopolis en 1305.
Si queréis saber más sobre estos "guerreros" que acompañaban a Roger de Flor, picar sobre este enlace: Guerreros Salidos del Campo: Los Almogávares
A
continuación mostraremos lo escrito en la obra Expedición
de los
catalanes
y aragoneses contra turcos y griegos por
don Francisco de Moncada, historiador y marqués de Aitona en el
S.XVII, describiéndolo de la siguiente manera:
“Roger
de Flor, a quien los nuestros eligieron por general y suprema cabeza,
nació en Brindiz, de padres nobles: su padre fue alemán, llamado
Ricardo de Flor, cazador del emperador Federico; su madre, italiana y
natural del mismo lugar. Murió Ricardo en la batalla que Carlos de
Anjou tuvo con Conradino, cuyas partes seguía por ser nieto de
Federico, su príncipe y señor. Carlos, insolente con la victoria,
después de haber cortado la cabeza a Conradino, confiscó las
haciendas de todos los que tomaron las armas en su ayuda. Con esta
pérdida quedó Roger y su madre con suma pobreza, y con la misma se
crio hasta edad de quince años, que un caballero francés, religioso
del Temple, llamado Vassaill, se le aficionó con ocasión de asistir
en Brindiz con el Alcón, nave del Temple, cuyo capitán era. Navegó
juntamente con él Roger algunos años, y ganó tan buena opinión en
el ejercicio que profesaba, que la religión le recibió por suyo,
dándole el hábito de fray sargento, en aquel tiempo casi igual al
de caballero. Con él Roger comenzó a ser conocido y temido en todo
el mar de levante, y al tiempo que Ptolemaide, dicha por otro nombre
Acre, se rindió a las armas de Melech Taseraf, sultán de Egipto,
Roger, como refiere Pachimerio, era uno de los que asistían en un
convento del Temple; y viendo que la ciudad no se podía defender,
recogió muchos cristianos en un navío, con la hacienda que pudieron
escapar de la crueldad y furia de los bárbaros.
No
le faltaron a Roger enemigos de su misma religión, que envidiosos de
sus buenos sucesos, lo descompusieron con su Maestre, haciéndole
cargo que se había aprovechado por caminos no debidos a su
profesión, y defraudando los derechos comunes, y alzándose con
todos los despojos que sacó de Acre; que como ya esta célebre y
famosa religión se hallaba en su última vejez y cerca de su fin,
sus partes se habían enflaquecido con los vicios de la mucha edad y
tiempo. La envidia, la avaricia y la ambición habían ocupado sus
ánimos en lugar del antiguo valor y de la mucha conformidad y piedad
cristiana que los hizo tan estimados y venerados en todas las
provincias.
Quiso
el Maestre con esta primera acusación prenderlo, pero Roger tuvo
alguna noticia de estos intentos; y conociendo la codicia de su
cabeza y ruindad de sus hermanos, no le pareció aguardar en
Marsella, donde a la sazón ser hallaba, sino retirarse a lugar más
seguro, y dar tiempo a que la falsa y siniestra acusación se
desvaneciese.
Retirose
a Genova, donde, ayudado de sus amigos, y particularmente de Ticin de
Orla, armó una galera, y con ella fue a Nápoles y ofreciose al
servicio de Roberto, duque de Calabria, a tiempo que se prevenía y
armaba para la guerra contra don Fabrique. Hizo Roberto poco caso de
su ofrecimiento y del ánimo con que se le ofrecía, juzgándole por
tan corto como el socorro. Obligó a Roger este desprecio a que se
fuese a servir a don Fabrique, su enemigo, de quien fue admitido con
muchas muestras de amor y agradecimiento: afectos no solo de su
ánimo generoso y condición apacible para con los soldados, pero de
la fuerza de la necesidad de la guerra; porque no fuera cordura
desechar al que voluntariamente ofrece su servicio en tiempos tan
apretados como en los que corren riesgo la vida y libertad, y cuando
se apartan los mayores amigos y obligados. El que llega a ser amigos
en los peligros y cuando el príncipe es acometido de armas más
poderosas, sin obligación de naturaleza y fidelidad de súbdito,
debe ser admitido y honrado, aunque le traiga su propio interés o
algún desprecio o agravio del contrario; que cuanto más ofendido,
más útil y seguro será su servicio.
Fuese
luego encendido la guerra entre Roberto y Fabrique, y Roger
acreditose en ella con importantes servicios, socorriendo diversas
veces plazas apretadas del enemigo, y con la pequeña armada que
llevaba a su cargo impidiendo la libre navegación de los mares y
costas de Nápoles, con que llegó a ser vicealmirante, y en menos de
tres años hizo cosas tan señaladas, que fue una de las más
principales causas de conservar a su príncipe en Sicilia, alcanzando
juntamente para sí nombre inmortal y riquezas mas que de vasallo. En
este estado se hallaba Roger cuando le tomaron los catalanes y
aragoneses por general de la empresa que intentaban.” La
Verdadera Historia de la Orden del Templo de Jerusalén. Antonio
Galera Gracia.
Bibliografía:
-
Codex Templi. Templespaña.
-
La Verdadera Historia de la Orden del Templo de Jerusalén. Antonio
Galera García.
-
La otra Historia de los Templarios. Michel Lamy.
-
Muy Interesante.
-
Historia de Iberia Vieja.
-
Blog enigmas misteriosos e inexplicables.
-
Wikipedia.
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