Bienvenidos iniciados, un oficio unido desde
la antigüedad a la Muerte, un oficio olvidado….
Palabra
derivada del latín “planguere” – llorar, lamentarse, y de “plañir” – llorar, gemir,
sollozar.
Hablamos de
las plañideras,
mujeres presentes en los funerales donde ellas representaban públicamente el
dolor de los familiares.
Su función
era ayudar al alma del difunto y preparar su camino hacia el otro mundo.
Según
Alfredo Erias habría que diferenciarlas
en dos tipos:
“1- las que se mueven en el territorio
sagrado de los dioses. 2- Las plañideras terrenales que cobraban por su
oficio”. Iconografía
de las plañideras en el mundo antiguo y medieval de Galicia y norte de
Portugal. Alfredo Erias Martínez.
Como
ejemplo podemos mencionar a Isis llorando por Osiris, que posteriormente se
representaría en Mª Magdalena llorando a Jesucristo.
En cuanto a
las de oficio, interpretan un papel en el que muestra dolor, aflicción, pena a
cambio de una remuneración económica, sin olvidarnos que “un entierro sería tanto más importante socialmente cuantas más y
mejores plañideras tuviese”.
Iconografía de las plañideras en el mundo antiguo y medieval de Galicia y norte
de Portugal. Alfredo Erias Martínez.
Su antigüedad se ve
reflejada en un poema babilonio llamado Gilgamesh: “por Enkidu, mi amigo, lloro, gimiendo amargamente como una plañidera”.
Tablillas II milenio a.C.
En Egipto.
Suelen
aparecer representadas en tumbas de personajes importantes, mostrando sus
brazos alzados o tapando sus caras.
Figura en el Museo del Louvre: 1295-1250 a.C. Puede representar a Isis llorando por su hermano. Representada tocándose la cabeza como si se tirara del cabello en señal de dolor.
Tumba de Ramose, Visir de Amenhotep III –
XVIII Dinastía. Aquí se muestras a las “Cantoras de
Hathor”, así se llamaban a las plañideras en Egipto, como se ve hay figuras de
niñas, esto se debe a que era un oficio que se heredaba de madres a hijas.
En Grecia:
Según el
status social del difunto, así sería su entierro.
Las
plañideras tenían un ritual que consistía en colocarse ante el difunto y
alisarse el pelo, después comenzaban el canto y lloro denominado treno fúnebre.
Herodoto
escribió: “se emplasten de lodo el rostro
y la cabeza. Así desfiguradas y desceñidas y con los pechos descubiertos, dejando
en casa al difunto, marchan por la ciudad llorando y dándose golpes de pecho”. Otra
descripción sobre su actuación.
Tener en
cuenta que en Grecia “la expresión del
dolor quedaba consagrado como un ritual femenino”. Los legisladores griegos y sus
preceptos sobre las mujeres en los
funerales. Inés Calero Secall.
Detalle donde se puede ver en el centro el cuerpo de la difunta tumbado en un lecho y cubierto con dosel. Las plañideras se tocan los cabellos como representación de arrancárselos en señal de dolor.
Las mujeres podían arañarse las mejillas,
arrancarse el pelo, todo como señal de duelo; tales acciones consideradas
exageradas por los legisladores griegos, llevaron a tomar la decisión de crear
unas normas dirigidas especialmente a las mujeres, entre ellas se regulaba la
forma de comportarse, de vestir e incluso elegían que mujeres serían las que
debían asistir al funeral.
Dentro de
estas normas se optó porque las mujeres sin parentesco con el difunto y mayores
de 60 años fueran las que actuaran de plañideras, a las cuales se les entregara
un sueldo por ello.
“Se les permitía acompañar a los
familiares en el entierro, si era su deseo, siempre y cuando lloraran en
silencio, sin aspamientos, ni gritos, ni quejas, aunque parece que la eficacia
de la norma fue bastante limitada por la insistencia en esta materia de los
legisladores posteriores”. Los
legisladores griegos y sus preceptos sobre las mujeres en los funerales. Inés Calero Secall.
Sarcófago Necrópolis de Sidón, posiblemente perteneciente al Rey Estratón (376-361 a.C.).
En
Roma.
Aquí
aparece la figura de la “Praefica”, era la encargada de
dirigir al grupo de plañideras, y dar el tono del lamento ya fuera suave o
fuerte, el cual dependía del status social del difunto, siendo común que
utilizaran un velo para cubrirse.
Las lágrimas se
recogían en pequeños frascos llamados lacrimatorios y eran introducidos en
la tumba. (Los de la fotografía son de época victoriana, pero se ve muy bien
los distintos tamaños y modelos)
Al igual
que ocurriera en Grecia también en Roma crearon normas que prohibían o controlaban la figura de la plañidera en los
duelos/funerales:
“Por lo
tanto, reducido el boato en los duelos a 3 velos, una túnica corta de púrpura y
10 flautistas, abolió también los lamentos fúnebres. / Las mujeres no se arañen
las mejillas con las uñas ni hagan de plañideras en el funeral”. Ley Romana
dela XII tablas. Los
legisladores griegos y sus preceptos sobre las mujeres en los funerales. Inés Calero Secall.
Posiblemente tal prohibición iba encaminada a mantener el orden público,
ya que cuando las plañideras recorrían las calles, decían que sus gritos y
algarabía alteraban los lugares por donde iban pasando, vamos que molestaban.
Sarcófago de Amiternum (S.I a.C.). Procesión funeraria: En la parte derecha la Praefica aparece haciendo gestos, junto a ella se toca la cabeza o tira de los cabellos como señal a las plañideras de la izquierda de lo que deben hacer.
Edad Media.
Llegarían como
costumbre o tradición desde Roma, instalándose en el Mediterráneo.
Sepulcro de Doña Blanca de Navarra S.XII. En el centro se representa a Blanca en la cama y un ángel se lleva su alma al Cielo, la figura de un rey desolado y un grupo de mujeres con la plañidera.
Detalle
de la plañidera con las manos en la cabeza.
Detalle:
“El mesado de los cabellos se representa
mediante la disposición en compás de los brazos de las figuras, y el arañado de
los rostros por las pequeñas líneas rojizas dibujadas en sus frentes como metáfora
de las heridas causadas y de la sangre producida”. La procesión fúnebre como tema
artístico en la Baja Edad Media. Olga
Pérez Monzón.
Sarcófago S.XIII. Santa Mª de la Vega. Museo Arqueológico Palencia.
“no
lloraría por ningún muerto ajeno, sino por sí misma: por haber caído en la
tentación, con el castigo que conlleva”. Iconografía
de las plañideras en el mundo antiguo y medieval de Galicia y norte de
Portugal. Alfredo Erias Martínez.
En el S.XIV
se crearon leyes que prohibían la utilización de las plañideras, eran
consideradas irreverentes, no apropiadas para el momento.
Los obispos
dieron orden a las pequeñas iglesias para que se prohibieran, una tradición que
no quería ser olvidada y seguiría adelante.
Un dato
curioso era que la tradición de los lacrimatorios seguirían manteniéndose,
siendo los propios familiares quienes recogían sus lágrimas; “tenían un tapón especial que permitía su
evaporación. Su finalidad: marcar el final del luto una vez volatilizados estos
pequeños lamentos líquidos”. Las
plañideras. Ana Valtierra.
Esto nos
puede indicar que no se mantenía la tradición griega o romana de colocar los
lacrimatorios dentro de la tumba, sino que se lo quedaban los familiares como
reloj que calculaba el tiempo de duelo.
Plañideras
Por El Mundo.
Al igual
que hacían las plañideras dela antigüedad, se golpean los pechos, lloran,
gritan y se lamentan.
Si el/la difunto/a pertenece a una casta superior, el tiempo de duelo puede durar hasta 12 días.
Una de las
plañideras más longeva tiene 64 años y ya ha ganado el concurso varias veces.
Las
Plañideras de Romont (Suiza).
Esta
tradición se celebra el Viernes Santo, se trata de una
procesión donde 20 jóvenes de Romont representan a 20 mujeres que acompañaron a
Jesús hacia su crucifixión.
Sigue una
especie de ritual que comienza con una misa, posteriormente estas mujeres
forman una procesión donde su praefica representa a la Virgen Mª las guía y
quien a su vez sigue a un Jesús
encapuchado y portando la cruz, les acompaña la figura de Santa Verónica
portando la tela con el rostro de Jesús.
Estas plañideras de negro riguroso, cubiertas sus cabezas con un gran velo, portan unos cojines rojos donde se muestran distintos utensilios relacionados con la tortura y crucifixión de Jesús, entre ellos la corona de espina, los clavos, el látigo, la Lanza de Longinos, sudario….
Realizan
un Vía Crucis con sus correspondientes 14 estaciones en el más estricto
silencio, lo que me lleva a pensar que entrarían dentro de las denominadas Dolientes
en lugar de plañideras, pero al leer sobre ellas, me llamó la atención y creo
que es otro punto de vista de vivir la Pasión de Cristo.
De vuelta a
la iglesia, permanecerán estáticas en el atrio hasta que no se haya ido la
última persona.
Bibliografía:
Las
plañideras. Ana Valtierra.
Iconografía
de las plañideras en el mundo antiguo y medieval de Galicia y norte de
Portugal. Alfredo Erias Martínez.
La
procesión fúnebre como tema artístico en la Baja Edad Media. Olga Pérez Monzón.
Los
legisladores griegos y sus preceptos sobre las mujeres en los funerales. Inés Calero Secall.
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