Bienvenidos
iniciados, santos unidos a la Orden del Temple....
Introducción.
En
el santoral cristiano nos encontramos una transformación de dioses,
genios, ninfas, espíritus..., personajes que formaban parte de
religiones, mitos o creencias paganas anteriores al cristianismo en
apóstoles, mártires, santo/as, vírgenes más adaptados a las nuevas
creencias del pueblo.
Sin
embargo, es imposible acabar de raíz con la identidad de un pueblo,
siempre, aunque se impongan nuevas ideas, parte de éste “paganismo”
se mantendrá vivo, aunque en ocasiones se camufle en su simbología
o se cubra con ricas vestiduras.
En
este santoral templario iremos hablando desde aquellos santo/as
condiderado/as especiales por la Orden del Temple, hasta alguno que
hoy en día no se sabe a ciencia cierta si existió.
El
Breviaire du Temple
que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, es un
breviario ilustrado en 1233
con añadidos posteriores que contiene santos adaptados por la
iglesia además de santos propios del Temple; se sabe que en todas
las capillas del Temple se encontraban Santorales
y Vidas de
Santos,
en un principio harían mención a los santos unidos a la iglesia, a
medida que la orden va tomando forma, se le añadirían sus propios
santos.
Entre
los libros relacionados con los santos hermanos podemos mencionar:
“Liber Sanctorum
Frates Templi, pauperes conmilitones Christi templique Salomonici”
- “Libro de los Santos Hermanos del Templo, pobres compañeros de
Cristo del templo de Salomón” (1213 -1276), trataba
sobre todos aquellos hermanos templarios que habrían alcanzado la
santidad y se veneraban en las iglesias del Temple.
La
mayoría de estos santos templarios serían transformados por la
iglesia en santos o mártires mas acorde a sus creencias e
intereses, siendo incorporados por Urbano VIII (1623-1644) en el
martirologo romano, los últimos no se reinventarían hasta los
S.XVI-XVII.
Entre
ellos encontramos a San Isidoro, que pasó de ser un ermitaño zahorí
a beato labrador seglar, y San Gerlando de milagroso caballero
templario a caballero hospitalario.
San
Bartolomé: Nacimiento S.I a.C en Cana (Israel) – Muerte en Siria.
Considerado
el santo más relacionado con el Temple.
En
los Evangélios
aparece como Natanael
“Regalo de Dios”.
En
arameo se conoce como “Hijo
de Tolmay”-”El que abre los surcos”.
En
griego antiguo como Bartholomais: Bar-
”Hijo de” y Ptolomeo-”cultivador y luchador”.
Fiesta.
España,
Italia, países europeos: 24
Agosto.
Griegos
y Coptos: 11 Junio.
Armenios:
8 Diciembre.
Historia
y Martirio.
Difundiría
la palabra de Dios por Oriente, evangelizando Armenia.
En
Egipto es apresado por los soldados romanos quienes lo martirizaron:
desollado y arrancaron la piel a tiras.
Su
milagro, la prueba de ser elegido por Dios, es que seguía predicando
mientras y después de ser martirizado.
Finalmente
terminaría decapitado en el año 71 en Albanópolis por orden del
rey Astiagés, Bartolomé habría evangelizado a su hermana.
Sus
restos junto a los de otros 4 mártires fueron depositados en un
cofre y arrojado al mar, ante el asombro de todos, en lugar de
hundirse flotaría y terminaría encallando en la Isla de Lípari
(Sicilia), encontrado por unos cristianos edificarían una ermita en
el lugar.
“fue
encerrado en un cofre que navegó a la deriva a través del mar de la
existencia, alcanzando las costas de Thule, la isla mítica de los
celtas. Portaba un tesoro espiritual, al tiempo que transmitía la
visión intemporal del hombre y su origen, en base a las costumbres y
leyes sagradas. “El cofre sólo se podía abrir en el día y la
hora providencialmente fijado por el que tenía la llave; la clave,
que es el conocimiento”, comenta Bartolomé Bioque”.
Mitología Templaría. Jesús Avila Granados.
Sobre
Su Martirio Y Muerte.
Para
los coptos sería metido en un saco y arrojado como basura.
Para
los armenios sería apaleado.
Para
los persas fue desollado o despellejado vivo.
Distintos
cronistas aseguran que fue decapitado.
En
diversos textos latinos, griegos, romanos, cuentan una mezclan de
todas las versiones, sin embargo, en la tradición cristiana quedaría
reflejado como despellejado vivo.
San
Bartolomé y Capítulo Apócrifo: Confesión del Demonio y Destrucción
del Templo.
Narra
el relator del apócrifo el cumplimiento de la promesa de Bartolomé.
Desenmascaró en efecto al demonio y le obligó a confesar sus
fechorías.
Bartolomé
le preguntó quién y cómo lastimaba a todos los que en aquel templo
padecían tan distintas enfermedades. El demonio contestó que su
príncipe, el Diablo, los enviaba a lastimar en la carne a los
hombres, porque no podían dañarlos en el alma.
Cuando
los enfermos ofrecían sacrificios de súplica, cesaban los demonios
de hacerles daño, lo que era interpretado por los curados como señal
de que los ídolos eran dioses y escuchaban sus plegarias.
Bartolomé
se dirigió a los presentes y les ofreció el auxilio del Dios
verdadero, creador del universo y que habita en los cielos. Debían
dejar de creer en las piedras vanas. Si querían que todos aquellos
enfermos se vieran libres de sus dolencias, tenían que deshacerse de
aquel ídolo, quitarlo de en medio y hacerlo trizas. Dedicaría aquel
templo al nombre de Jesucristo y a todos los presentes los
consagraría con el bautismo.
A
una orden del rey, todos trajeron cuerdas y poleas para derribar la
estatua del ídolo. Como no eran capaces de conseguirlo, Bartolomé
imprecó al demonio que habitaba en aquella estatua diciendo: "Si
quieres que no te haga caer en el abismo, sal de esta estatua y hazla
trizas. Luego, vete a los desiertos donde ni el ave vuela, ni el
campesino ara, ni se ha oído jamás la voz del hombre” (c. 6,4).
El demonio salió inmediatamente e hizo trizas toda clase de ídolos.
Bartolomé
pidió la curación para todos los presentes con el objetivo de que
todos creyeran en el único Dios que devuelve la salud en el nombre
de Jesucristo.
Cuando
todos respondieron con el “amén”, apareció un ángel dotado de
alas, comunicó a los presentes que de la misma manera que los
enfermos habían quedado limpios de toda dolencia, el templo quedaría
puro de toda presencia diabólica. Pero antes de que desapareciera
para siempre, el apóstol lo haría visible a los ojos de todos.
El diablo que apareció era un ser a la manera de “un egipcio enorme, más negro que el hollín, con el rostro ovalado y luenga barba, el cabello hasta los pies, ojos de fuego como hierro incandescente, que echaba chispas por la boca; de sus narices salía una llama de azufre, con las plumas de las alas llenas de espinas como un puerco espín. Estaba con las manos atadas a la espalda y sujeto con cadenas de fuego”. www.tendencias21.net
El diablo que apareció era un ser a la manera de “un egipcio enorme, más negro que el hollín, con el rostro ovalado y luenga barba, el cabello hasta los pies, ojos de fuego como hierro incandescente, que echaba chispas por la boca; de sus narices salía una llama de azufre, con las plumas de las alas llenas de espinas como un puerco espín. Estaba con las manos atadas a la espalda y sujeto con cadenas de fuego”. www.tendencias21.net
Figura
– Atributos / Simbología.
San
Bartolomé está relacionado con la Inmortalidad
y Eternidad.
Figura:
se suele representar como un anciano con barba espesa y manto blanco.
Atributos:
Cuchillo como elemento de su tortura.
Demonio
atado con cadenas:
Es una representación de el episodio apócrifo.
Dragón
pequeño: Hace
mención a las fuerzas telúricas relacionadas con la tierra.
Serpiente
enroscada en el suelo:
Representa la sabiduría y los poderes terrenales, la inmortalidad
por su cambio de piel.
Puede
mostrar en su brazo una piel:
Símbolo de su martirio.
Bartolomé
y Osiris: El
cuerpo de Osiris fue depositado en un cofre con forma de media luna
para realizar su viaje cíclico al Mas Allá.
El
cuerpo de Bartolomé también fue depositado en otro cofre viajando
por el agua llegando a la mítica isla de los celtas.
El
cofre podría ser la representación del útero, la media luna y el
agua representan lo femenino y el líquido vital, renaciendo cuando
llegan a su destino.
Reliquias.
Su
tumba se encuentra bajo el altar de la Iglesia construida por el
emperador germano Otón III en el año 998, se llama Basílica de San
Bartolomé en la Isla Tiberina (Roma).
Partes
de su cráneo en la Colegiata de Fráncfort del Meno (Alemania).
La
Regla del Temple.
Según
Juan García Atienza: “Los
templarios tuvieron a san Bartolomé entre sus advocaciones. La
regla, en su artículo LXXIII, incluye la fiesta entre las pocas en
la que los caballeros tendrían que guardar ayuno y en muchos de los
lugares que ocuparon se le rindió culto hasta mucho tiempo después
de la condena eclesial de la Orden”.
El
24 agosto era declarado Jornada
de Paz,
durante este día no blandían sus armas, ni entraban en batalla.
Lugares
Templarios Bajo Advocación San Bartolomé.
A
lo largo de España podemos encontrar muchos lugares dedicados a este
santo, algunos confirmados que son templarios, otros posiblemente
templarios, como no se pueden hablar de todos, os dejaré una
referencia de los libros y las páginas donde se mencionan todos los
lugares por si queréis investigar más sobre ellos y sacar vuestras
propias conclusiones.
Codex
Templi –
Templespaña: Pag. 933 y 934.
Mitología Templaría -
Jesús Avila Granados: Pag. 71-73.
Bibliografia:
Codex Templi. Templespaña
Mitología Templaría. Jesús
Ávila Granados.
La Verdadera Historia de la
Orden del Templo de Jerusalén. A. Galera
La Estirpe de Lucifer.
Rafael Alarcón Herrera.
Los Canteros de las
Estrellas. El lenguaje oculto de las estrellas. Víctor Rodríguez –
Gachs Garrido.
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