Marcharemos
a tierras andaluzas, hacia Martos (Jaén), y conoceremos una de las
leyendas que envuelve a la Peña de Martos.
De
lo que vamos a contar, surge en parte de la tradición oral –
leyenda, y otra está sacada de las propias Crónicas de Fernando IV.
Nos
situaremos sobre 1312,
momento en que el rey Fernando IV, rey de Castilla y León, se
encontraba por tierras de Jaén.
En
una de sus salidas, se le pediría justicia, ya que dos hidalgos
hermanos, además caballeros de las Orden de Calatrava (según los
textos informados), llamados Pedro y Alfonso de Carvajal, eran
acusados de dedicarse a robar cosechas y abusar de las mujeres más
humildes; en las Crónicas se hace mención a la muerte de un
caballero, Juan Alonso de Benavides, siendo ellos los presuntos
autores.
Siendo
arrestados y conducidos ante presencia del rey, aunque ellos
mantenían en todo momento su inocencia, serían condenados a muerte.
En
algunos de los textos, hace referencia a que el rey mandaría cortar
los pies y las manos antes de ser metidos en una jaula de hierro con
púas, para ser más tarde, despeñados desde lo alto de la Peña de
Martos.
Antes
de ser “tirados”, uno de los hermanos, tuvo la fuerza necesaria
para emplazar dentro de un mes al rey ante la justicia divina, ante
la injusticia que estaba realizando.
Castigados
los hermanos, el rey seguiría con su vida, tras una de sus copiosas
comidas, marchó a descansar, descanso que se volvió eterno, ya que
no despertó, el día de su muerte, haría justo el mes de la ejecución de los Carvajales.
Motivo
por el cual, a Fernando
IV,
se le conoce como
“El Emplazado”.
Parte
de las Crónicas de Fernando IV, donde se menciona la ejecución de
los Carvajales y la muerte del propio rey:
“É
el Rey salió de Jaén, é fuese á Martos, é estando y mandó matar
dos cavalleros que andavan en su casa, que vinieran y á riepto que
les fasían por la muerte de un cavallero que desían que mataron
quando el Rey era en Palencia, saliendo de casa del Rey una noche, al
qual desían Juan Alonso de Benavides. É estos cavalleros, quando
los el Rey mandó matar, veyendo que los matavan con tuerto, dixeron
que emplasavan al Rey que paresciesse ante Dios con ellos a juisio
sobre esta muerte que él les mandava dar con tuerto, de aquel día
en que ellos morían á treynta días. É ellos muertos, otro día
fuese el Rey para la hueste de Alcaudete, e cada día esperava al
infante Don Juan, segund lo havía puesto con él...É el Rey estando
en esta cerca de Alcaudete, tomóle una dolencia muy grande, e
affincóle en tal manera, que non pudo y estar, e vínose para Jaén
con la dolencia, e no se queriendo guardar, comía carne cada día, e
bebía vino...E otro día jueves, siete días de septiembre, víspera
de Sancta María, echóse el Rey a dormir, e un poco después de
medio día falláronle muerto en la cama, en guisa que ninguno lo
vieron morir. É este jueves se cumplieron los treynta días del
emplazamiento de los cavalleros que mandó matar en Martos...
“
La
llamada “Cruz
del Lloro”,
donde supuestamente terminaría su caída la jaula de hierro,
despeñada junto a los hermanos Carvajales.
Sobre esta leyenda, podríamos decir que sus personajes, nombres y momentos, se encuentran dentro de un lenguaje cifrado, para entenderlo mejor daremos los siguientes datos:
- Sacrificio de los dos hermanos: Puede ofrecer un paralelismo con el simbolismo templario. Dos caballeros montados y compartiendo un mismo caballo.
- Emplazamiento del rey ante el Tribunal de Dios: Igual que ocurriera con Molay durante su ejecución.
- Los nombres de los hermanos Carvajales serían atribuidos mas tarde como caballeros de la Orden de Calatrava, lugar donde pararían los bienes del Temple tras la disolución en Castilla.
Una manera de contar una historia dentro de otra, como Fernando IV traicionó al Temple y posiblemente el Temple se vengó.
Sobre esta leyenda, podríamos decir que sus personajes, nombres y momentos, se encuentran dentro de un lenguaje cifrado, para entenderlo mejor daremos los siguientes datos:
- Sacrificio de los dos hermanos: Puede ofrecer un paralelismo con el simbolismo templario. Dos caballeros montados y compartiendo un mismo caballo.
- Emplazamiento del rey ante el Tribunal de Dios: Igual que ocurriera con Molay durante su ejecución.
- Los nombres de los hermanos Carvajales serían atribuidos mas tarde como caballeros de la Orden de Calatrava, lugar donde pararían los bienes del Temple tras la disolución en Castilla.
Una manera de contar una historia dentro de otra, como Fernando IV traicionó al Temple y posiblemente el Temple se vengó.
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