Bienvenidos iniciados, “el saber, la ciencia, el germen de toda vida y de toda trascendencia, están contenidos y celosamente guardados siempre en un recipiente que tiene el mar por camino”. J. G. Atienza.
Se encuentra ubicada en la Cámara Santa de la Catedral de San Salvador de Oviedo, se trata de un Arca de madera que se mandaría recubrir con planchas de plata labrada por Alfonso VI en 1075 mostrando el aspecto actual.
Según Jesús
González Celada el Arca habría llegado “desde
Toledo, en los nebulosos días del comienzo de la Reconquista”. Las reliquias de los SSMM. Emeterio y
Celedonio en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Jesús González Celada.
Ambrosio de Morales en su
libro Viaje Santo por las Iglesias y Monasterios de León, Galicia y Asturias
comenta: “Cuando Corroes, rey de Persia
invadió Tierra Santa y conquistó Jerusalén, el obispo de esta ciudad y sus
sacerdotes escondieron el Arca delas Reliquias (que se guardaba ya desde
tiempos apostólicos), acrecentada en tiempos posteriores con nuevas reliquias.
Posesionado ya Corroes en Jerusalén, el obispo, temeroso, pasó a África,
llevando consigo el Santo Tesoro. Cuando los árabes penetraron en aquellas
regiones, se pasaron las Santas Reliquias de África a España, recogiéndolas en
Toledo. Al ser invadida España, se las llevó y escondió en una montaña cercana
a Oviedo (Oveto), llamada Montsacro, donde estuvieron guardadas en una cueva,
(la cual aún existe), hasta que Alfonso II el Casto las colocó en la capilla de
su palacio dedicada a San Miguel, más tarde Cámara Santa”.
Existe una
especie de tradición que une a la monarquía asturiana con este Arca, sin
embargo, existen otras ideas que la unen a una “creación de vincular a las
reliquias de Oviedo con la monarquía asturiana y la defensa del reino
cristiano”. Pelayo
de Oviedo, el archa de las reliquias y la creación de una topografía regia
Raquel Alonso Álvarez, llevado a cabo por distintos prelados
con Pelayo a la cabeza.
Aperturas del Arca.
Una de las aperturas se atribuye a tiempos de Alfonso II, esto es así porque se relaciona la escritura utilizada en catálogos y rótulos en pergaminos en cada reliquia, con los “Testamentos de dicho rey que se conservan en el Archivo Catedralicio de Oviedo”.
Otra
apertura es la realizada en el año 1075 en presencia de Alfonso
VI y varios testigos, entre ellos su hermana Urraca y Rodrigo Díaz de
Vivar (El Cid Campeador); como mencionamos antes, sería en esta fecha cuando se
mandara cubrirla con placas de plata labrada.
Como
curiosidad podemos contar que todos los presentes durante la apertura del Arca,
hicieron penitencias durante varios días anteriores como demostración de fe y
no de curiosidad, por miedo a quedar cegados, haciendo referencia a lo ocurrido
con el Arca de la Alianza de Moisés y al mismo Arca.
Antigüedades asturianas. Carballo: “Gente que quiso saber que guardaba la reliquia
en su interior abrió el Arca y se quedó ciega. Todo esto sale según la
tradición del lugar”.
El Acta de
Apertura nos dice:
“Mediada la cuaresma, siendo el día
tercero de los idus de marzo, a eso de la hora tercia, los obispos y
presbíteros, concluida la celebración de la misa solemne, llegaban entre
cánticos de salmos… Empujando suavemente, al tiempo que lanzaban con los turíbulos
bocanadas de oloroso incienso, se abre el Arca en medio de gran temor, quedando
patente lo que a Dios habían pedido, es decir, un tesoro inimaginable”.
También debo exponer que existe la idea de
que este documento podría ser falso, más concretamente una copia del S.XIII:
“ha sido considerado por Bernard F. Reilly una falsificación destinada a
proporcionar un soporte a la diócesis de Oviedo que le permitiera competir con
Santiago en la captación de peregrinos”. “para conceptuar el diploma como
falso, este autor se basa en el sistema utilizado para la datación, que es el
de la encarnación en lugar de la era hispánica y, en la fórmula de confirmación
utilizada a partir del S.XII”. Pelayo
de Oviedo, el archa de las reliquias y la creación de una topografía regia
Raquel Alonso Álvarez.
Habría sido un encargo
del Obispo Pelayo hacia el año 1120.
Realmente, sea cierto o no, no me coge por
sorpresa, ya que esta acción de falsificar documentos se llevaba a cabo no sólo
por nobles que podían pagar su encargo, sino por la propia iglesia y reyes, en
el caso de autentificar reliquias llegaba a ser llamativo, sino cómo es posible
que existan tantos trozos del Lignum Crucis esparcidos por el mundo, o más
huesos de un santo/a que huesos tiene en el cuerpo, tenemos que entender, que
en la Edad Media, el poseer una reliquia era poseer renombre, atraer peregrinos
con sus donativos y al mismo tiempo aumentaba la economía del lugar, llegar a
conseguir privilegios reales….., hasta la propia Orden del Temple lo hizo.
Las reliquias encontradas en su interior
se dispondrían en distintos grupos, ya tuviesen relación con santos-mártires, Virgen
María, Apóstoles…., y así aparecerían en e l
documento durante el reinado de Alfonso VI, considerada la lista más antigua.
A dicha Cámara Santa además del Arca con las reliquias que poseía en su interior, se les iría uniendo otras traídas por reyes, nobles, obispos…., algunas se guardan en cajitas, normalmente de plata con un pergamino y lazo indicando que es y a quien perteneció.
En 1934
se produjo la voladura de la Cámara Santa, quedando algunas de las reliquias esparcidas
por los escombros, una vez que se pudieron recoger fueron “envueltas incluso en papel de periódico, se colocaron dentro de los
armarios y en algunas de las arquetas, hasta que ante la proximidad de la
visita del Papa Juan Pablo II, el Cabildo acordó la fabricación a sus expensas
del Arca Nueva a la que fueron a parar”.
Las reliquias de los SSMM. Emeterio y Celedonio en la Cámara Santa de la
Catedral de Oviedo. Jesús González Celada.
La devoción por las
reliquias se mantendría viva durante el S.XII alargándose hasta el S.XIV,
momento en que se crea una fiesta propia denominada “Invención de las Santas Reliquias”
de manos del obispo Gutierre de Toledo.
Leyendas.
Toda
reliquia tiene su leyenda, en esta ocasión tenemos dos versiones:
Primera Versión:
Es Santo Toribio de Liébana, obispo de Astorga entre 440-450, quien peregrinó a
Jerusalén y desde allí se trajo el Arca junto a un fragmento de Lignun Crucis, depositándola
en una capilla construida en el Monsacro, para más tarde trasladarla a Oviedo
durante el reinado de Alfonso II el Casto.
Segunda Versión: El
Arca sería traída a España sobre el 614-637 desde Jerusalén, según esta versión
“habría sido labrada por discípulos de
los apóstoles y contenía reliquias de Jesucristo y de los que estuvieron cerca
de él”. Habría salido desde Alejandría, pasando por Cartagena, Sevilla y
Toledo, lugar donde permaneció durante 100 años, con la invasión musulmana
sería trasladada a Asturias.
Bibliografía:
La Meta Secreta de los templarios. J. G. Atienza.
Las reliquias de los SSMM. Emeterio y
Celedonio en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Jesús González Celada.
Pelayo de Oviedo, el archa de las
reliquias y la creación de una topografía regia Raquel Alonso Álvarez.
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