LA
LEYENDA DE LA FUENTE AGRIDULCE O DE AGRILA.
Nos
marcharemos a el Albayzín en Granada, lugar plagado
de leyendas, entre ellas la relacionada con una fuente que daba aguas
a veces dulces y otras amargas....
En
época mora, las mujeres del Albayzín se reunían en una fuente
cerca del río Darro, era un rincón que mantenían en secreto y
donde podían hablar de su día a día y de sus sueños.
Una
de estas jóvenes llamada Aisa comentó que ese día el
agua salía dulce, y bailando junto a la fuente hablaba sobre el
comportamiento de su marido cuando el agua que le daba a beber era
dulce.
Las
demás siguiendo el tema de conversación comentaron que era cierto
que los hombres se volvían más cariñosos y se encontraban
contentos, sin embargo, cuando el agua salía amarga, mejor no
acercarse a ellos.
Aisa
preguntó en voz alta el “¿porqué del cambio del sabor en el
agua?”.
Mientras
conversaban, no se percataron de la presencia de un búho que las
observaba, dicho búho se convertiría en una anciana, ella les contó
el secreto sobre el cambio de sabor de las aguas: En la gruta vive
una doncella hechizada y convertida en hada llamada Agrila,
cuando se siente triste, llora y dichas lágrimas amargan el
manantial, cuando está contenta y se siente feliz, el manantial es
dulce.
Una
de las muchachas le preguntó si sabía porque los hombres
reaccionaban de aquella manera; la respuesta fue contundente, un
hombre le provocó sus males y su tristeza, y un hombre fue quien la
hechizó, de igual modo, ellos debían sentir lo mismo cuando el agua
bebida fuera amarga. Y tal como apareció la anciana, en búho
desapareció.
Sabiendo
el secreto que escondían las aguas, decidieron pactar no hablar
sobre ello fuera del manantial.
Poco
a poco las mujeres fueron haciéndose con el poder de Granada, cuando
una batalla se acercaba, les daban a beber agua amarga, volviéndose
más violentos y nerviosos a la hora de combatir.
Y
como ocurre con los secretos, que tarde o temprano a alguien se le
escapa, hubo mujeres que no dudaron en usarlo en su propio beneficio;
como castigos a sus maridos, les daba las aguas amargas,
provocandoles tristeza, mal humor, e incluso depresión. Tales fueron
los casos de hombres que no querían salir de sus casas, que un sabio
comenzó a investigar que ocurría algo raro.
Para
averiguar lo que pasaba contaría con la ayuda de un soldado, que
disfrazado de mujer, visitaría todos aquellos lugares que
frecuentaban las mujeres como el mercado, fuentes, jardines, pero no
obtuvo respuesta alguna.
Uno
de los días decidió seguir a un grupo que se alejaban de la ciudad
con cántaros, integrado como chica, pudo descubrir el gran secreto,
asustado acudiría al sabio para contarle lo ocurrido.
Debido
al temor porque las mujeres podían hacerse con el poder completo de
Granada, mandaría un grupo de soldados, con Selim, que
así se llamaba el espía al mando a la fuente, su función sería
impedir que nadie accediera al agua de la fuente.
Antes
de llegar al lugar, la anciana se volvería a mostrar, esta vez al
grupo de soldados, entre burlas les dijo que no podrían con Agrila,
que si querían vivir se marcharan; al intentar apresarla, escapó
convertida en búho.
Durante
la noche, cuando custodiaban el lugar, escuchan como una dulce
melodía sale del interior de la gruta, poco a poco la melodía los
envuelve en un profundo sueño.
Agrila
aprovecha para salir de la gruta y uno a uno, les corta el cabello
mientras ríe, canta y danza, y vuelve con sus trofeos a la gruta.
A
la mañana siguiente despiertan rapados, escuchando risas del
interior de la gruta; Selim en esos momentos, impotente, decide que
hay que entrar en la gruta y apresar a Agrila, sin embargo, ante la
negativa de los hombres, toma la decisión de entrar el mismo
Tras
el momento de risas, se hace el silencio.
Durante
varios días esperaron la salida de Selim, que nunca más apareció.
La
desaparición de más personas en dicho lugar, provocó el miedo en
las mujeres que seguían cogiendo agua en la fuente, y poco a poco
dejaron de ir.
Si
seguimos la leyenda, dice que tras la conquista de Granada por los
Reyes Católicos, Agrila desaparecería de la gruta, obligada por los
cristianos, y que el agua aunque se le relaciona con algunas mejoras
en la salud, no le desaparece ese sabor amargo.
Como
ocurre con las leyendas, todas ocultan en sus palabras maneras de
justificar acciones, sucesos o incluso la utilización del miedo para
evitar ubicaciones concretas, incluso sin miramos más fijamente, nos
podemos topar con simbología dentro de la leyenda.
En
esta ocasión nos habla de las distintas edades
femenina: las jóvenes casaderas, las ya casadas consideradas adultas
y la anciana, cada etapa aprendiendo de la siguiente: La joven
escucha las experiencias de las casadas, mientras que la anciana nos
muestra su sabiduría a través de sus palabras, de su conocimiento,
enseñándoles las respuestas a sus preguntas. Además aparece como
un búho, símbolo de sabiduría, conocimiento.
Es
curioso como cuando las mujeres comienzan a alcanzar cierto poder, es
un hombre “sabio” el que se da cuenta de que algo
ocurre y el que investiga, así como son soldados quienes se
enfrentarán a la criatura de la gruta; la mujer debe estar y debe
actuar tal y como se espera de ella, no debe desear más, y menos
utilizar su inteligencia para ello (el agua es un arma en sus manos y
la utilizarán en su beneficio).
Aparece
un genio, hada o ninfa del
agua, muy utilizado en las leyendas y considerado personaje pagano
por el cristianismo, que conveniente que desaparece cuando los
cristianos conquistan Granada, y más curioso es el trofeo
que se lleva Agrila a su gruta, los cabellos de los soldados que iban
a por ella, a modo de Sansón y Dalila?, de humillación?, o de
ofrenda.?.
Toda
leyenda, tiene parte de verdad escondida entre sus palabras, sólo
hay que buscarla.
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